La campaña electoral es una contienda cívica con todos los elementos que la han convertido en un ESPECTÁCULO popular, donde nos preguntamos.
¿POR QUIENES VAMOS A VOTAR?
COMO ELEGIBLES ESTÁN:
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Los que se han preparado y quieren ser y NO tienen padrinos.
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Los que tienen SI los tienen, pero no tienen ni la preparación ni el carisma necesario.
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Los que creen que deben ser, porque han hecho méritos en el partido, pasaron años haciendo carteles, llevando gente a las concentraciones, poniendo el carro para las caravanas, gritaron sin cesar y llevaron su bandera política como una religión y creen que es el momento de ser “ungidos”
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Los que quiere el pueblo, porque aparecen en la TV, porque son famosos, porque juegan en la “selección”, porque “Sí”, sin razón aparente.
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Los hijos de los ex, porque ellos nacieron dentro y conocen los intrincados senderos del poder.
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Los que antes ya lo fueron y se sienten llamados a volver al poder.
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Los que deben ser por su vocación, preparación y convocatoria popular.
DENTRO DE LOS ELECTORES, ESTÁN:
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El grupo de ciudadanos a quienes no les interesa la política y por ende, le dedican poco tiempo.
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Los que piden que el candidato los divierta y al final les den información en forma de pastilla y si vienen con una camiseta con la imagen del candidato, un esferográfico, o con víveres MEJOR.
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Los que esperan elegir al mejor grupo de personas posible.
EN ESTE CONTEXTO LOS CANDIDATOS DEBEN CUIDAR:
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Su apariencia personal, el lenguaje verbal y no verbal; deben proyectar energía y estado de ánimo positivo.
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Aparecer juveniles y “espontáneos”, sonreír y saludar con todos, besar niños, visitar los barrios olvidados, ponerse botas, sombrero, poncho, parecer ecuánimes, inteligentes y oportunos.
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Sobre todo los candidatos deben proyectar una imagen fiel a su ser, para ser elegidos por lo que son y no por lo que parecen.
Jorge Mora Varela