¡ESTÁS EQUIVOCADO!

¡ESTÁS EQUIVOCADO!

La habilidad que tienen algunas personas para señalar con el dedo y desacreditar a quien “está equivocado” la podemos encontrar con facilidad en escenarios diversos como  la escuela, los templos, el hogar,  las tribunas políticas,  los medios de comunicación, las redes sociales o en la calle. Entonces poner malas notas, condenar, estigmatizar, gritar, agredir o destrozar a los demás es el pan nuestro de cada día.

El modelo de control social, político o cultural se ha construido en el transcurrir de los tiempos; hechos aparentemente lejanos en tiempo y espacio influyen aun en la cotidianidad…

En el siglo IV antes de Cristo en la Academia de Platón en Grecia educarse era un acto de los hombres libres; la obligatoriedad de instruirse era para  los esclavos o los militares, esta se hacía con dolor y sufrimiento,  ellos se preparaban en instituciones coercitivas donde se entrenaban en tareas precisas para que funcionen como piezas de un mecanismo al servicio del poder, domesticados y amaestrados para obedecer o mandar con el riesgo de ser castigados si se atrevían a romper los límites o  las condiciones señaladas.

 

En el siglo IV de nuestra era, la declaración del catolicismo como la religión oficial del imperio romano, marcó la historia de occidente, pues nació la única verdad revelada.  A finales del siglo XV el descubrimiento de América impuso el modelo de pensamiento europeo a los pueblos conquistados, con sus rasgos culturales, sociales y políticos, que se impusieron por medio de la fuerza de las armas, la negación, opresión  o muerte de los pobladores originarios.

 En el siglo XVIII la revolución francesa y el iluminismo atribuyeron  su perspectiva intelectual como centro y motor de la civilización que impuso la historia europea como si fuese la Historia Universal, la reconoció como verdad y declaró como equívoco a cualquier posición contraria al modelo imperante, se acostumbró a mirar al mundo a partir de la experiencia europea occidental, el mismo Papa Francisco” ha desenmascarado formas de pensar católico-céntricas fuertemente arraigadas en la cultura latina.

Prebendas,  beneficios políticos, económicos o sociales para los “blancos con raíces europeos y sus descendientes”, fueron y aun son habituales para quienes se beneficiaron y aun lo hacen a expensas de los otros pertenecientes a culturas consideradas inferiores, justificaron estas acciones con supuestos paradigmas, tradiciones, normas éticas o por voluntad divina, amparados en la negación del conocimiento, el aislamiento,  el temor a lo desconocido o la fe ciega.

Desarrollaron estrategias de autocontrol social por medio de la xenofobia, la discriminación, el desarrollo de complejos  e intolerancia respecto a los que son distintos  lo que bloquea e imposibilita la integración entre seres diferentes.

Los avances científicos en múltiples áreas como la genética, demostraron que el homo sapiens nació en África hace 130.000 años y su difusión por el mundo acabó con las pretendidas razas superiores, entonces el color de la piel, de los ojos, de sus habilidades o capacidades dependen de factores como el clima, la alimentación o la geografía en un proceso evolutivo de miles de años.

El siguiente paso es desmontar las formas abusivas de poder y desarrollar modelos de pensamiento ajenos a las viejas estructuras, como el único camino para democratizar el pensamiento, los derechos, las oportunidades y las obligaciones, para construir comunidades más justas.

 

 

Jorge Mora Varela