El Acarreo de la Chamiza y la Achupalla

EL ACARREO DE LA CHAMIZA Y LA ACHUPALLA

 

En la mañana del día sábado víspe­ras de la Fiesta Grande, bajo el ar­diente sol de febrero que cobija a este pueblo, se realiza el acarreo de la chamiza y de la achupalla.

Los moradores de San Luis de Mira y Santa Isabel (ambos caseríos formaban antes uno solo llamado La Comunidad), Pueblo Viejo, la Loma de Mafias, El Ha­to, San Antonio, El Mirador y La Tola con algún tiempo de anticipación realizan el corte de grandes matas de chilca para que se seque y luego la transportan al pueblo de la siguiente forma. Unas per­sonas lo hacen en yuntas de bueyes, los mismos que son adornados en los cuer­nos con coronas de flores naturales o de papel, esta yunta arrastra una buena porción de chamiza por las calles del pueblo rumbo al Estadio Galo Plaza, al son de un Sanjuanito que toca la banda de músicos del lugar y con la ayuda de curiosos y devotos se deja la chamiza en el lugar de la quema.

Muchas personas, lo hacen a pie, otras montando en caballos, así mismo adornados, arrastran la chamiza; todos los priostes llevan siempre en su som­brero una banderita elaborada en papel por las mujeres de los distintos barrios que tradicionalmente realizan este acto.

Siguiendo la tradición des­de la época colonial se trae a la imagen de la vir­gen de la caridad desde el Pueblo Viejo de Mira, al Pueblo Nuevo; los mora­dores del caserío cargan la imagen pequeña en una anda, la que preside el pase de la chamiza, otros priostes se encargan de la volatería y otros de repartir el aguardiente y la chicha a los priostes y curiosos.

Los moradores de La Portada y San Marcos realizan el acarreo de la achupa­lla, suben a pie desde estos caseríos cargados grandes matas de esta planta, la banda de músicos les acompaña con un Sanjuanito hasta el Estadio Galo Pla­za, en donde se encuentra ya la chami­za, y la depositan junto a ella.

 

 

Tomado del Libro “MEMORIAS DE MIRA”
Autor: Rosa Cecilia Ramírez Muñoz