EL NACIMIENTO DEL PRIMER DRAGÓN

EL NACIMIENTO DEL PRIMER DRAGÓN

 

En un principio, el mundo no tenía cosas muy bonitas, parecía como si a las hadas les hubiera faltado poner un poco más de magia en la naturaleza.

 

Las hadas era muy trabajadoras, pero demasiado serias y aburridas, todas, con excepción de  MÁGICA quien era feliz siempre; su sonrisa era como un hechizo, aquel que la miraba, sentía una intensa felicidad durante toda la vida.

 

Un día de invierno que se presentaba demasiado frío y triste, MÁGICA decidió darse a la tarea de encontrar una solución que cambiara para siempre al mundo. Lo que hizo fue grandioso, algo que desde hace mucho, mucho, pero muchísimo tiempo ha quedado grabado en la mente de las personas; pues el día en que MÁGICA, mezclando lo necesario,  creó al primer dragón.

Non ego, Don Quijote, non ego.

Non ego, Don Quijote, non ego.

Vías tantas aquellas de la elocuencia

que te transportan al silencio y al misterio,

un suspiro de azul hidalgo en la demencia

de hablar no vulgata como pájaro de monasterio.

 

Non ego, Don Quijote, non ego,

amoris Dulcinea en el velo de tu magia,

non ego, la alquimia en tu espada y en tu ruego,

surgen destellos alegres de un presagio que se presagia.

A MEDIO CAMINO

A MEDIO CAMINO

 

A medio camino de tu encuentro

la lluvia de las dudas moja mis libros,

se desata la historia de un extraño cuento

que perdurará por muchísimos siglos.

 

Los respiros de la noche viven

como las llamas eternas de un amorío,

y Merlín en mis pasos locos escribe

un destino extraño, oscuro, sombrío.

DANZA EN LA MADRUGADA

DANZA EN LA MADRUGADA

 

Ven preciosa amada mía de todos los días,

deja que mis labios te hablen del silencio eterno,

ven a escuchar las palabras mías

que enamoran oídos y curan corazones enfermos.

 

Es tiempo de amarnos en la madrugada

al compás de la danza de la luna,

la oscuridad cada vez es más despiadada

y las sombras en los bosques se vuelven una.

SUSPIRO EN FRÍO

SUSPIRO EN FRÍO

 

Yo te llamo páramo frío y misterioso

en nombre del misterio de Chuil el fulgente,

ven a mis versos páramo frío y detente,

para a pensar tu magia sobre mi espíritu de ti ansioso.

 

Yo te evoco desde un canto de ancestros,

los abuelos Pasto discurren su gracia en tus lagunas,

hasta camina mi loca locura hereje que tiene ya pocas dudas

sobre el ardor de estrellarse en astros de ángeles posesos.