La literatura y la fascinación por las “mujeres de la calle”
En esta costumbre de estar cerca de las palabras y de leer a algunos de los autores contemporáneos, me he encontrado con un denominador común, dónde -de angas o de mangas- se encuentra el personaje infaltable, “la mujer de la calle”.
Como protagonista principal, como personaje secundario, como figura casual, como convidada de piedra, como cliché, como símbolo de estatus, de modernidad o para demostrar que el/la autor/a tiene conciencia de clase y se identifica con los violentados o los marginados.
En fin, cualquiera que sea el motivo, en las obras de la literatura contemporánea, ahí está la infaltable “mujer de la calle”.
Es obvio que las callejeras deben estar en la literatura, pero, la frecuencia, la recurrencia y el abuso, me lleva a pensar que tras de este personaje, existe una serié de significados o deseos prohibidos, innombrables, inconfesables, indecibles o vergonzantes.