EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN.
Los parías desempleados que nacen del sector público.
Parece obvio que las autoridades de gobierno para hacer frente a los avatares internos y sobre todo externos que afectan de diversas maneras la vida de los ciudadanos en este caso del Ecuador, deben tomar decisiones, es decir, deben gobernar.
Pero en una acabada demostración de estrechez mental, oportunidad y del sentido de las proporciones, agravada por una notable debilidad política y de temor, se han tomado medidas para paliar los efectos ocasionados por la crisis económica ocasionada esta vez por el CORONAVIRUS y la consecuente caída de los precios del petróleo y la consecuente recesión económica, la van a pagar a los que nadie va a defender, los “empleados públicos”.
Para tranquilidad de los intocables, los poderosos, o los demagogos irresponsables, o los defensores de las masas ignorantes que les garantizarán réditos políticos en el corto plazo y que con estas medidas no se verán amenazados y por lo tanto se tiene garantizada la paz ciudadana.
El Gobierno ecuatoriano presidido por Lenín Moreno Garcés, elegido por una tendencia de corte socialista, que gobierna con apego ciego a los mandatos del FMI, que arrastra un lastre financiero del pasado, que perdió la capacidad de gobernar cuando la CONAIE le ganó la pulsada en octubre 2019, para colmo de males, afronta una caída de sus ingresos, por debajo de lo presupuestado, debe reconocer sus limitaciones y considerar que las decisiones que debe tomar el país, requieren carácter, fuerza, convicción y templanza deben ser tomadas por un gobierno con la fuerza, convicción y liderazgo suficiente para hacerlo.
Caso contario el gobierno va a profundizar las inequidades y va a agudizar las diferencias entre los ricos cada vez más ricos, los contrabandistas cada vez más ricos, los emprendedores cada vez más débiles y precarios y un ejercito de desempleados nacidos en el sector público, a los cuales se les niega el derecho de ser ciudadanos, unos parias que solo participan del “ baile de los que sobran”, como lo cantan a modo de denuncia el grupo “Los Prisioneros” de Chile
Jorge Mora Varela