LAS CÉLULAS CANCERÍGENAS EN LA DIRIGENCIA DEPORTIVA
¿Cómo entender que, con alguna frecuencia arriban a los puestos políticos, a la dirigencia deportiva o a los puestos de representación personas y lo hacen con promesas bien intencionadas, con planes, con sueños, con equipos de trabajo, y al poco tiempo son señalados como ineptos, corruptos, obstáculos para el desempeño de los deportistas, enquistados e incapaces de renunciar a los privilegios que les da el ser autoridades?.
¿Qué pasó?
Los emblemáticos Jefferson Pérez, Richard Carapaz, Neisi Dajomes y algunos de los representantes del deporte olímpico ecuatoriano, con sus triunfos, su desempeño ejemplar y sus denuncias, han puesto el dedo en la llaga. ¿Qué pasa?, ¿Por qué los prometedores dirigentes se convierten en la piedra de choque, obstáculos, enemigos de los deportes y los deportistas?
Permítanme contar una dificil vivencia de mi vida profesional para ilustrar y soportar el razonamiento respecto a la dirigencia deportiva. En un momento debí ocupar una posición sensible en la empresa dónde prestaba mis servicios. Tenía que manejar el departamento de Compras.
El mismo día que me senté en ese lugar, se acercaron hacia mi una serie de personajes para explicarme que “ellos” eran los proveedores de la empresa, tenían, los productos, los stocks, las marcas, los tiempos de entrega y los precios. Enseguida pude entender los problemas éticos y legales de mis antecesores. En apariencia nada se podía hacer fuera de estos círculos que en apariencia se arrogaban la exclusividad para proveer a la empresa, esta era la pequeña mafia, en apariencia invisible al interior de la organización.
La presencia de estos personajes en mi oficina era amistosa-aterrorizante. ¿Qué pasaría si buscaba o traía otros proveedores, mis proveedores?
Luego de escuchar a algunos de nuestros deportistas, dirigentes y algunos de los acuciosos periodistas, me da la impresión que las celulas cancerígenas de la corrupción se dan porque los espacios de dirigencia están en las manos de grupos mafiosos que se creen dueños de la provisión total y exclusiva de bienes y servicios con la complicidad y/o la autoría de las autoridades que encontraron verdaderos filones de fortuna para satisfacer sus sueños de grandeza, la de sus amigos y la de sus socios en estas mafias enquistadas en el deporte.
La avalancha de entrevistas en los diferentes medios de comunicación permite hacerse una imagen de lo que podría estar pasando. El gobierno nacional, tiene pistas suficientes para extirpar el cáncer de la corrupción en el deporte y con ello limpiar las cloacas en las que se han convertido algunas instituciones de todo tipo en el país.
Si el gobierno del señor Guillermo Lasso puede hacerlo, habría dado un paso definitivo, trascendental en la transformación y el consiguiente desarrollo del país y del deporte, caso contrario y con pena tendría que pensar que la metástasis de la corrupción en este período de gobierno gozaría de buena salud y podría afirmar que insalvable.
Ojalá las intenciones de mejorar la institucionalidad en el país, no sea fruto de la calentura por los resultados deportivos y se convierta en un objetivo básico del quehacer político en el Ecuador.
Está lucha imprescindible contra la corrupción, en este caso en el deporte está en sus manos señor presidente.
Jorge Mora Varela.
Foto: Comité Olímpico ecuatoriano