A LOS AFGANOS DÉJENLOS EN PAZ

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Al final, una mención a la conducta del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso para atender con prestancia a los requerimientos de sus amigos del norte en contraposición a su conducta dura e inflexible hacia adentro.

A LOS AFGANOS DÉJENLOS EN PAZ

Con tal libertad para que puedan auto gobernarse, ellos y sus vecinos, como puedan, a su manera, en sus términos, aunque no nos guste.

Esto es complejo y con frecuencia NO negociable con aquellos que se creen dueños de la verdad, la civilización, el modelo de gobierno, la cultura.

Es que los derechos humanos…, es que la situación de las mujeres…, es que los niños…, es que los atentados terroristas…, es que…..

A los afganos déjenlos en paz.

Parecería ser que las posiciones políticas, religiosas extremas se exacerban cuando se tiene un enemigo poderoso al frente, uno que quiere imponer.

Esto le ocurrió a Afganistán con la invasión de la URSS, con la intención de imponer su modelo de gobierno, una economía centralizada, con la imposición de un partido único, el control estatal absoluto,  desde 1978 a 1992, terminó con la guerra civil afgana desde 1992 al 2001 que desembocó en Estado Islámico de Afganistán de los talibanes y ni huella del modelo soviético.

La invasión norteamericana del 2001 a 2021, una sinrazón, un error estratégico que duró 20 años, con los Estados Unidos empeñado en imponer la democracia occidental, las libertades, elecciones periódicas, queriendo huir desde el 2008 y atrapado en su propia ratonera.

¿A un pueblo tribal?, un país compuesto por múltiples agrupaciones de pueblos antiguos reales o supuestos, de grupos sociales de un mismo origen, para quienes la supervivencia depende de su capacidad de lucha y de la conquista violenta, claro en los tiempos contemporáneos, con una mano un fusil y en la otra un celular.

Estos pueblos del medio oriente tienen marcos conceptuales y referenciales tomados de la religión musulmana nacida hace 1400 años en la península arábiga, con sus propios códigos éticos, morales, conductuales y actitudinales, difíciles de entender o asimilar a una población de matriz cristiana de 2000 años de historia y que también pasó por tiempos de intolerancia y de barbarie hace 800 años.

Ah, sí en el tiempo de las cruzadas del medioevo cuando los cristianos buscaban tomarse Jerusalén, hubiese habido los gadgets y los recursos tecnológicos del siglo XX y XXI, seguro se hubiesen producido las mismas escenas como las de las guerras contemporáneas.

Ah, sí en el tiempo de la intolerancia de la religión oficial del imperio romano, hubiese habido los gadgets y los recursos tecnológicos del siglo XX y XXI, los asesinatos y la tortura habrían sido insoportables e intolerables .

Ah, sí en el tiempo de la intolerancia de la religión oficial del imperio romano, hubiese tenido la declaración de los Derechos humanos, cuantas demandas de crímenes de lesa humanidad se habrían denunciado y se habrían registrado en los libros de historia o cuantas muertes se hubiesen evitado.

Ah, sí en el tiempo de la intolerancia de la religión oficial del imperio romano, hubiese habido los medios de comunicación contemporáneos, todo el mundo hubiese sido testigo en vivo y en directo del horror de la muerte y la tortura.

Quizá a los pueblos de Afganistán y sus vecinos les falte entre 600 y 800 años para alcanzar la civilización que ostenta el mundo occidental, que no tiene reparos en invadir y de asesinar a los pueblos que viven unos cuantos siglos atrás, porque no acepta los modos maneras de los diferentes, investidos de la prepotencia y de la intolerancia que en apariencia les da el privilegio de ser el imperio vigente.

Los pueblos como los afganos tienen en derecho de vivir a su manera, sin que nadie, aunque tenga el membrete de imperio quiera someterlos y transformarlos como ellos quieran. Tienen el derecho a autodeterminarse, aunque a nuestros ojos sean absurdos, intolerables e inaceptables.

Cada uno en su tiempo y su circunstancia. Afganistán ha vivido en los siglos XX y XXI dos invasiones que han desembocado en guerras civiles, muerte, destrucción y exacerbación de los radicalismos y fundamentalismos repudiables.

¿Y si cada pueblo viviese su historia en libertad?

Claro que, Estados Unidos están tranquilos, porque cuando pierden una guerra, luego el cine los hará ganadores, tampoco les faltará amigos y los comedidos a quien cargar con los efectos colaterales de sus errores y sus culpas.

Apéndice

Por esta razón NO entiendo la prestancia y la agilidad del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, para dar asilo temporal a 5000 afganos, que huyen de la guerra en su país, donde los Estados Unidos de América tiene un alto grado de responsabilidad y culpabilidad; en contraposición a su negativa a responder a las exigencias de su propio pueblo, por ejemplo, en los temas álgidos como los precios de los combustibles.

Así como el presidente ecuatoriano está en primera línea para atender de manera inmediata a los efectos colaterales de sus amigos poderosos, me gustaría que fuese igual de predispuesto para atender los problemas internos.

 

Jorge Mora Varela

 

Imágenes:

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