Genaro Fierro Castillo

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Genaro Fierro Castillo

 

Mi meta es formar una juventud sana. (Pupo Fierro)

La disciplina es el puente entre las metas y los logros, sin disciplina la vida del ser humano es un desbarajuste, por ello es importante recordar a un carchense que dejó una huella positiva, su existencia la dedicó a construir sociedades sanas y productivas.

Genaro Fierro Castillo nació en Tulcán el 19 de septiembre de 1907, su ejemplo como docente lo convirtió en una especie de leyenda en Quito. Mil anécdotas se comentaron de su trajinar educativo como: profesor, deportista y entrenador. Sus primeros pasos como maestro fue en la escuela Sucre N°1, posteriormente se traslada a la capital y labora como docente e inspector del acreditado colegio Mejía de Quito en donde se hace célebre por aplicar una disciplina recia en lo estudiantes, no solo del Mejía sino en otros colegios, pues su popularidad era tan grande que chicos de otras instituciones le obedecían o sentían mucho respeto solo con su presencia; el “Pupo Fierro” como le conocían les enseñaba aceptar la derrota y recibir el triunfo con sencillez, que lo único valedero es el esfuerzo, la honestidad, que educarse no es solamente instruir la mente sino formar el espíritu con valores humanos.

Cuando llegaba los viernes por las noches recorría los cines, bares o lugares nocturnos, si por infortunio encontraba a los jóvenes con el uniforme puesto en centros de diversión eran sacados a la fuerza y enviados a casa a estudiar.

Además fue un excelente dirigente deportivo, creó y colaboró en carreras atléticas muy conocidas como: “Los  Chasquis”, “Últimas Noticias”, asimismo fue un exitoso formador de grandes deportistas orgullo del Ecuador.  

Construyó obras con sus estudiantes a base de mingas como: canchas deportivas y coliseos. Hombre rebelde que participó comandando al frente de un pelotón de Pupos en la Guerra del  de los “Cuatro Días”, la cual dejó mucho dolor por la cantidad de heridos, muertos y una grave crisis política, como siempre en la historia ecuatoriana.

Don Genaro fue admirado y querido por: presidentes, ministros, autoridades y compañeros recibiendo: condecoraciones, acuerdos, menciones de honor e inscribiendo su nombre en algunos lugares deportivos. Su palabra era ley, su presencia imponente adornada de inteligencia, honradez y constancia hacía que el profesor Fierro fuera invitado en todo el país como referente de superación educativa. Varios medios escritos y en prestigiosas radios comentaban sus hazañas y anécdotas como por ejemplo: “Las cinco del Pupo Fierro” en el diario Últimas Noticias.

Pero con mucho respeto me atrevo a preguntar y a imaginar por un instante al maestro Genaro Fierro en la actualidad, ejerciendo su educación en cuanto a disciplina, en donde hoy muchos estudiantes son sobreprotegidos, reclaman por todo, algunos padres los consienten demasiado otorgándoles todo, quejas y más quejas, oportunidades y más oportunidades hasta que pasen el año sin esfuerzo, utilizan modas extravagantes e inclinaciones fuera de contexto, indudablemente que el docente Fierro a lo mejor no terminaba ni un periodo escolar y era suspendido como profesor o denunciado en fiscalía. Entonces ¿Qué hacer para que nuestros jóvenes tengan esa sensatez y disciplina del ayer? Y no sean dejados o conformistas con un facilismo enfermizo, qué hacer para que vuelva el respeto al maestro como autoridad, y sea como se decía antes el “segundo padre”. La educación es un acto de amor pero también de respeto y siembra de valores humanos.

Ojala esta pequeña biografía del “Pupo Fierro” sirva para que tanto autoridades, docentes, educando y padres de familia recapacitemos, y antepongamos intereses personales, políticos, y mejoremos la educación ecuatoriana.

 

Prof. Luis Rosero Mora