Marca Registrada
Eres tú, la Marca Registrada
que se estampo en mis sueños,
eres tú,
el movimiento rítmico de las olas,
cuando las mece el viento,
eres tú,
los momentos retenidos
en la angustia de amar,
todo eso eres.....
Dejé en tus labios la huella
digital de mi sonrisa.....
mi sombra, alma gemela
de tu sombra se quedó adherida
a las paredes de tu moreno cuerpo,
todo el amor se quedó en tus labios,
y como una cicatriz se quedaron
tus besos en mi boca.
Que inconfundible manera de amarte.
Aprendí contigo a contar
de uno en uno los átomos del amor,
pero se fragmentaron luego
con moléculas de ira y de celos contenidos,
desde la profundidad de los sueños,
hasta la cima de la montaña blanca,
recorrí tantas veces
la luna morena de tu cara,
desde el viento de cometas
hasta el último día de la primavera
no he dormido por miedo a despertar.
Te enseñé a contar las gotas de lluvia
que regaban la parcela del amor,
sumábamos, restábamos y
multiplicamos nuestros sueños,
pero nunca dividimos nuestro amor,
era..... y debía ser íntegro,
íntegro como las noches de luna,
como la inmensidad del mar,
como la inocencia del niño,
mejor dicho...... como tú,
como tú, cuando al galope
recorrías los caminos del ayer,
como tú, que estando conmigo
aun así te extrañaba,
como tú, cuando partías
y te quedabas eternamente en mí,
así aprendí a extrañarte.....
Ha pasado el tiempo y ya no
han regresado los sueños
a dibujarse en mi sonrisa,
se han quedado suspendidos
en la mitad del día, se han quedado,
en el suave viento de la primavera
en el carmín de tus labios de miel,
ahí se han quedado.....
ahí se han quedado agitando
el corazón en medio de la sangre,
ahí se ha quedado
todo el amor inconfundible,
todos los sueños, los poemas
y las promesas repetidas
como primera oración de la mañana,
inclusive ahí se ha quedado la ira,
pero la ira de amarte con locura.
Eres tú, mi Marca Registrada.
(Julio C. Dávalos P.)