LA TECNOFOBIA VS LA TECNOFILIA

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La brecha generacional entre PROFESORES y ALUMNOS, vista a vuelo de pájaro desde las anécdotas del Zoom.

 

Los nuevos retos de la comunicación digital

 

LA TECNOFOBIA VS LA TECNOFILIA

Un hecho paradójico producto de la pandemia del 2020, puso frente a frente (literal) cara a cara a algunos de los férreos detractores de la tecnología mayores de 40 años con algunos de los celular-dependientes-internautas-24h00 que bordean entre los 15 a los 25 años.

Y no tardaron en aparecer algunos efectos que rayan entre la ira y la frustración, entre lo ridículo y vergonzante con lo anecdótico y lo risible, la puja entre los que viven atados al pasado y a los que viven sumergidos en el mundo posmoderno.

El mejor combate del 2020, a un lado de la pantalla los tecnofóbicos, aquellos que sienten aversión, antipatía o miedo a las nuevas tecnologías de la comunicación y al mundo digital y al otro lado los tecnofilicos, aquellos que tienen dependencia e incluso obsesión por las nuevas tecnologías de la comunicación.

 

Y en las redes sociales o en el YouTube se hicieron virales aquellas imágenes graciosas o vergonzantes (depende de quien las disfrute o les afecte) de quienes pagaron el derecho de piso frente a esta nueva realidad, la de comunicarnos a través del mundo digital.

¿Dónde quedarían los defensores del “yo odio la computadora”, “yo solo escribo a mano”, “yo solo leo libros de papel”, “yo NO entiendo nada del internet”, “yo NO tengo celular”?.

¿Cómo se sentirán los reyes de los “selfies”, los coleccionistas de seguidores en el Facebook, en Instagram o en el “Tik Tok”?, ahora que tienen que comunicarse dos mundos en apariencia antagónicos, auto excluyentes, incompatibles, pertenecientes a dos generaciones que se niegan y que se repelen.

Me parece que habría que consensuar algunos acuerdos, entre los que están obligados a entrar al mundo del internet porque así se lo exige los procesos educativos o el teletrabajo empresarial y los amos y señores de las fotografías, la promoción y las poses de modelos.

Parecería que habría que cuidar la primera impresión, la imagen que proyectamos, la gestualidad, las posturas, el encuadre, los colores, el vestuario visible, el entorno, eso ayuda a cultivar la empatía, la credibilidad, el prestigio académico, la reputación.

Sería recomendable cuidar la estética en el lenguaje, tender los puentes de la cordialidad, de inteligencia emocional, de coherencia en la construcción de las ideas, de sentido lógico y de respeto a la opinión y el tiempo de los otros.

Entre tantas y tantas variables, primero el ser humano y luego las miles y miles de herramientas digitales, que solo son eso, instrumentos, que podrían ayudar a que las personas nos podamos comunicar de la mejor manera posible en tiempos de pandemia y quizá en los tiempos venideros de la posmodernidad, con la seguridad de que la comunicación sin medios tecnológicos ya no existe, por lo tanto este es un gran momento para reinventarla mejor que nunca, más clara, más directa, más cálida, más inteligente.

 

Jorge Mora Varela