¿QUÉ DEBEMOS HONRAR Y QUÉ DEBEMOS DESPRECIAR?

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¿QUÉ DEBEMOS HONRAR Y QUÉ DEBEMOS DESPRECIAR?

Que difíciles son los tiempos, dónde no es posible definir ¿Qué deberían honrar las sociedades donde cada cual parece tener el derecho de dar valor a lo que cada uno quiere y puede descalificar según su libre albedrío?

Me encantaría dejar a solas a los partidarios cubanos de “Patria y Vida” frente a las estatuas del Che Guevara o de Fidel Castro o a los indígenas en una manifestación de cualquier 12 de octubre frente a la estatua de “Isabel la Católica” en Quito o a los venezolanos desplazados que mendigan por las calles del mundo frente a una estatua de “Hugo Chávez”.

El 20 de julio 2021, en la ciudad de Popayán en Colombia, un grupo de manifestantes agredieron el monumento a Francisco de Paula Santander (1792-1840), un militar y político, célebre por su participación en el proceso de independencia colombiana.

La palabra monumento, que procede del vocablo latino monumentum, es una construcción al que se le reconoce valor histórico o artístico, que se instala en un lugar público con el objetivo de rendirle homenaje a algo o a alguien.

Pero en el siglo XXI, hacer monumentos ¿A quién?.

Ya han caído las estatuas de personajes en otros tiempos fueron intocables, porque fueron los referentes de su época y su contexto y que, en el siglo XXI, parecerían ser vulgares delincuentes, indignos, vergonzantes, criminales, genocidas, machistas, esclavistas y todos los defectos imperdonables que seamos capaces de endilgarles a quienes no le pertenece al presente y que no se puede defender.

En esta lista negra están los Cristóbal Colón, los Fray Junípero Serra, los Sebastián de Benalcázar, los Francisco Pizarro, etcétera, etcétera, etcétera… y seguro a futuro estarán tachados, ninguneados y ofendidos los personajes sagrados del presente, que caerán en desgracia, porque alguien en el futuro lo juzgará con los esquemas de valores de su tiempo.

Hoy no solo se tacha de forma alegre a los actores de la historia de los siglos anteriores, además estos Pseudo-jueces de lo "políticamente correcto" deslegitiman, censuran todo. Han criminalizado a Pepe Le Pew, se lo hará con los Picapiedra, el Pájaro Loco, Tarzán, Supermán, Rambo o cualquier personaje real o ficticio que no vaya con los modelos mentales de los "posmodernos", dueños absolutos de la verdad, pasada, presente y futura, o al menos es lo que ellos creen.

Y así parece que la sutil línea entre ser un héroe ejemplar y un villano de la peor especie es cambiante como el tiempo y tan delgada como una hoja de “Gillette” (si es que alguien entiende el término).

 

Jorge Mora Varela.

 

Los invito a releer:

LOS HÉROES TAMBIÉN TIENEN FECHA DE CADUCIDAD, en: https://www.tulcanonline.com/index.php/historia/1192-jorge-mora-varela-presenta-los-heroes-tambien-tienen-fecha-de-caducidad.html

VANDALIZAR LAS ESTATUAS, ROMPERLAS, DERRIBARLAS, DESCABEZARLAS, DESTRUIRLAS, en: https://tulcanonline.com/index.php/historia/1066-jorge-mora-varela-presenta-vandalizar-las-estatuas-romperlas-derribarlas-descabezarlas-destruirlas.html

 

Fidel y el Che y Santander