Carta abierta al señor presidente constitucional del Ecuador Guillermo Lasso Mendoza

Quito, 20 de junio de 2.022

Señor presidente:

La sensación que tengo es que usted cuando tiene el agua hasta el cuello y luego de un año en el gobierno, es decir el 25% de su tiempo al mando del poder ejecutivo y ante la presión del paro nacional impulsado por el sector indígena, usted RECIÉN se ha puesto a gobernar.

Pero ¿por qué hacerlo bajo amenaza?

¿Por qué volver la mirada a los más desfavorecidos, cuando tiene un movimiento indígena apoyado por una parte significativa de la población?

Las concesiones con las que usted responde a las demandas de los manifestantes debieron haber sido su eje de gobierno desde mayo de 2021, así parecía decir su campaña electoral.

Por supuesto que el ciudadano común se llena de indignación cuando NO se tiene trabajo, cuando la inseguridad es el denimonador común y se tiene un efecto inflacionario incontrolable, del cual usted no habla, ni los medios de comunicación masivos que son sus amigos y que tienen compromiso con usted porque tienen a algunos de sus miembros en su gobierno.

ES EL MOMENTO DE LOS POLÍTICOS EXTREMOS

Si eres un político moderado, no tienes oportunidad

El momento político en los países “democráticos” se ha polarizado entre los populismos de derecha y de izquierda. Así parecen demostrar las justas electorales en la segunda mitad del siglo XXI en las democracias de América y del mundo occidental.

La democracia participativa, abierta, universal, da la oportunidad a la inscripción y la participación masiva de opciones, pero el denominador común indica que la segunda vuelta les pertenece a los extremos de derecha y de izquierda.

Así lo muestra el Perú de Castillo y de Keiko, el Brasil de Bolsonaro y de Lula, Chile de Boric y Katz, el Ecuador de Lasso y Arauz, los Estados Unidos de América de Biden y Trump, ahora la Colombia de Petro y Hernández.

Entonces el marketing político diseña campañas con estrategias afines a la contemporaneidad, como volverse estrella de TikToc, NO participar de debates, denunciar, santificarse, saltar, bailar, sonreír, abrazar, convertirse en Showman, elegir como binomio a personajes exótico/as, por lo tanto llamativos dentro de lo “políticamente correcto”, si pertenece a las minorías, mejor y listos para confrontar entre el bien y el mal.

EL ESCUDO PROTECTOR DE LOS PRESIDENTES LOS ALEJA DE LA REALIDAD

Al escuchar el informe del presidente Guillermo Lasso, el 24 de mayo del 2.022, me invade la misma sensación cuando escucho a los primeros mandatarios al dar sus discursos: el divorcio entre lo que ellos piensan y comunican vs. la realidad del pueblo llano.

Me parece que, en el Ecuador de manera particular, los presidentes y los personajes importantes están blindados por un escudo protector una clase de arma secreta que protege a los primeros mandatarios y sus gabinetes de sus enemigos reales o imaginarios y les genera dos efectos: proteger a las autoridades de los ataques de sus enemigos políticos que quieren la revocatoria de su mandato, pero provoca un efecto secundario:

“los desconecta y les distorsiona la realidad”

El informe presidencial sustenta su información en datos NO creíbles, imprecisos, discutibles, esto explica porque los mandatarios pasan sus períodos de gobierno asegurando cosas que NO le llegan a la gente, ellos miran el mundo desde su perspectiva interesada, manipulada y por lo tanto distorsionada, la que les permiten sus ejércitos de empleados serviciales, los medios de comunicación que lucran del poder y los vividores del poder político, que impiden la conexión de los primeros mandatarios con la realidad dura y cruda de la gente común.

UN ESPACIO PARA EL ASOMBRO Y LA BELLEZA EN EL DEPORTE

Cuando un partido de futbol enloquece al mundo

Suelo ser escéptico respecto al futbol profesional, me parece un deporte sobreexplotado y por lo tanto repetitivo en sus ritos, gestos, fórmulas, resultados, y las subsecuentes consecuencias en las victorias y en las derrotas, de manera que con un par de variables ya se puede predecir los que vendrá con el paso de las horas o de los días de fútbol.

Ese deporte sencillo que da placer por el simple hecho de patear una pelota, en mi niñez superaba mi capacidad de asombro, llenaba mi imaginario en la juventud y de a poco se fue apagando en la edad adulta con la repetición infinita de todo el circo que lo rodea: el antes, durante y después de los partidos y perdió atractivo para mi imaginario, quizá porque en vivir fui arrugando el ceño, mientras me estuve volviendo viejo.

De hecho, en mi vida, el fútbol está cerca, pero no tanto, es una compañía de perfil bajo, como ese amigo discreto que me acompaña con sus historias y relatos, para evitar las boludeces cotidianas con las que nos envenenan los noticieros o de la sarta de vulgaridades que se cantan, que se bailan y que tienen a las posaderas de las muchachas como su único argumento.

De repente y como una gota en el desierto, un partido de fútbol que enloquece al mundo, un coloso que estaba muerto y en un acto de la valentía que da la vida antes de extinguirse en el último halito vence a su verdugo, lo derrota y lo abandona a la vera del camino, para levantarse vencedor y prepararse para la última batalla de esa guerra dónde por unas cuantas veces, estuvo a punto de morir.

Esas hermosas gestas del deporte, que escapan a las planificaciones, los pronósticos, las estrategias, a los controles y a los análisis de los expertos, dónde en un acto de rebeldía, el juego vuelve a recobrar su esencia, ese momento recreativo, de competición sometido a reglas, y en el cual por cosas del azar se gana o se pierde y nadie parece encontrar una explicación que calce en cualquier cerebro humano acostumbrado a encontrar justificaciones para todos y para todo.

Hermoso momento deportivo el generado por el Real Madrid español, quienes me ha demostrado que siempre debería haber un espacio para el asombro y para la belleza en el deporte, aunque parezca que es una actividad tan gastada dónde ya no cabrían ni las sorpresas ni la fascinación.

Jorge Mora Varela

Imagen tomada de: sport.es