AL CORREÍSMO LE FALLÓ LA ESTRATEGIA DEL MUÑECO DE VENTRÍLOCUO
En el transcurso de la campaña política para elegir al presidente del Ecuador para el período 2021-2025, me había llamado la atención la estrategia del Movimiento Fuerza Compromiso Social, afín al expresidente Rafael Correa Delgado.
En un pueblo como el ecuatoriano y su realismo mágico integral, que tiene serias limitaciones en discernir, los candidatos debían ayudarle para mostrarle sus características y sus bondades.
Parece de sentido común que los candidatos deberían tener al menos: autonomía, claridad en sus ideas, una actitud decidida para afrontar las dificultades propias del ejercicio político, con alta sensibilidad social para atender a los más vulnerables y a los grupos que buscan mayor inclusión, con liderazgo, experiencia, carisma, coherencia y con la capacidad para armar un equipo de trabajo sólido, solvente y confiable.
Sin embargo, el candidato de Fuerza Compromiso Social Andrés Arauz, identificado con el correísmo se limitó a ser una especie de muñeco de ventrílocuo del expresidente Rafael Correa Delgado, como si esa fuese la estrategia para alcanzar la primera magistratura en el Ecuador.