LA POLÍTICA Y EL PLACER DEL MORBO
El morbo es el atractivo que despierta en las personas una cosa que puede resultar desagradable, cruel, de dudosa legitimidad o de mal gusto y la actitud morbosa tiene que ver con la predisposición que tenemos las personas para disfrutar lo desagradable, lo perverso, lo ilegal o lo truculento.
En el Ecuador, la política con sus avatares se convierten un caldo de cultivo perfecto para darle rienda al morbo y por todas partes, en las radios, en las redes sociales, en la televisión o cualquier medio masivo de comunicación aparecen las estrellas del escándalo, la denuncia, los detectores de las conspiraciones, los que viven en la cultura de la sospecha y que tienen el perfecto radar para detectar las intenciones perversas, delincuenciales, maléficas y ocultas de los otros que esperan cualquier resquicio, para moverse en el chiquero en que convierten al escenario político nacional.
La pregunta ingenua sería porqué tenemos este comportamiento errático, y la respuesta es simple.
Nos fascina el morbo.