El voto libre y voluntario
Este domingo 20 de agosto de 2023 es un día feliz para mí, porque luego de más de cuarenta años, mi voto es facultativo.
Y es esa libertad para sufragar es la que me permite el deseo de elegir sin tener que pensar en la obligatoriedad o la necesidad de obtener el “certificado de votación”, como la premisa que esta vez me lleva a las urnas.
Desde el año 1979 he sufragado, cuando al Ecuador volvía la democracia, y desde ese entonces tengo el deseo de votar en libertad y ese ejercicio cansón de ir y volver a las urnas con la premisa del voto obligatorio y el consabido “certificado de votación” que la obligatoriedad del voto te lo exige cada vez que tienes que debes transitar por los tortuosos caminos de la burocracia.