Mi abuelo es la memoria de un pueblo.
LOS 90 AÑOS DE MI ABUELO
Hace algunos años en el Cotopaxi, mi abuelo salió del auto puso las manos en los bolsillos y caminó sin detenerse, fue el primero en llegar al refugio, recuerdo que su ropa no era diferente a la que usaba diariamente, tampoco sus zapatos eran ideales para esa actividad, sin embargo eso no lo detuvo y nos dejó a todos atrás.
Este recuerdo que quedó grabado en mi memoria hoy lo comparto con ustedes porque es la mejor enseñanza que puede ofrecernos la vida, nos muestra de dónde venimos y de que estamos hechos, que somos retazos de héroes que van dejando un legado que debemos admirar y celebrar; que frente a nuestras propias montañas lo que debemos hacer es caminar, aún si los caminos parezcan no adecuados.