Me gustan los pueblos que se adornan de montañas

Me gustan los pueblos que se adornan de montañas

En la 1° Feria Virtual Internacional del Libro Arequipa 2024, deseo rendir un homenaje a las hermosas ciudades de Tulcán y Arequipa, que se hermanan por la belleza de sus montes.

Me gustan los pueblos que se adornan de montañas

Es que las he visto desde la ventana de mi niñez y de mis años mozos,

las he buscado para viajar con el horizonte,

para soñar en lontananza,

para enriquecer mis sueños, para orientar la vida.

Es que fueron las cimas de las montañas de mi pueblo,

las que me cautivaron,

las que despertaron mis ganas de volar,

las que me regalaron alas y la osadía para intentarlo.

Entonces fueron el Chiles, el Cumbal y el Cerro Negro,

los balcones para admirar a mi pueblo en el verde pesebre del mundo,

fueron sus cumbres, las que dejaban ver o intuir otros cortijos,

fueron sus senderos los que permitirían entender el infinito.

Y así fue, cuando los pasos de mi hijo lo llevaron hasta Arequipa,

sus montes, su pueblo, su rio y su historia,

y la belleza de este paraíso peruano, capturado en fotografías,

las que me cautivaron y me arrancaron la promesa de estar ahí.

En la ciudad blanca, la de la imponente belleza,

el seno del mestizaje y la cultura peruana,

la raigambre de patriotas, de poetas y cantores,

protegida y embellecida por sus montes.

El amigable Chachani no obstante sus seis mil metros de altura,

el generoso Misti, que enmarca la ciudad, y,

que le regala a su pueblo desde sus entrañas las piedras blancas,

entonces permitirle a su gente la libertad para su creatividad arquitectónica,

que se plasma en sus templos, conventos, plazas y viviendas,

con el sello personal y característico del arequipeño,

o el Pichu Pichu, dónde en su cima yacían las tres momias de niños incas.

o el irascible Ubiñas que ostenta ser el más activo del Perú, como el Sangay en el Ecuador.

Como no darle gracias a la vida por poner en mi camino,

dos ciudades adornadas de montañas,

la una, mi cuna, con sus montes, en el inicio de la vida que me invitaban a levantar la mirada,

y la otra en el otoño de mi existencia, cuando el paisaje tiene un delicioso sabor añejo.

Por esta razón, vaya un homenaje a las hermosas ciudades de Tulcán y Arequipa,

que se hermanan por la belleza de sus montes, y,

porque no obstante la distancia, y los diferentes colores de sus banderas patrias,

nos cuentan la historia, que nos descubre que somos hijos de un mismo pueblo.

 

Muchas gracias.

 

Jorge Mora Varela

 

 

El tiempo de conjugación de mis verbos ha cambiado

El tiempo de conjugación de mis verbos ha cambiado

El tiempo de conjugación de mis verbos ha cambiado

 

El tiempo de conjugación de mis verbos ha cambiado,

ahora están enlazados al pasado,

están alineados a mis espaldas,

y los contabilizo como un tesoro.

 

Esos que cuando en su momento estaban conjugados en futuro,

se llamaban sueños, aspiraciones,

promesas de emociones, retos,

cimas por descubrir y conquistar.

 

Por un brevísimo instante esos verbos estuvieron conjugados en presente,

y fueron Imprescindibles, irrenunciables,

definitivos y vitales,

sin embargo, fueron fugaces, sutiles, efímeros.

 

El tiempo de conjugación de mis verbos ha cambiado,

es que fueron construidos en pasado,

los llevo a mis espaldas,

la suma de ellos puedo llamarla vida.

 

Fin

Frente al Cotopaxi

Frente al Cotopaxi

La existencia, es un ínfimo parpadeo, una minúscula fisura del universo al que de forma pretenciosa llamamos vida.

 

Frente al Cotopaxi

El inolvidable cantautor argentino Facundo Cabral en uno de sus monólogos reconocía que había muchos lugares del mundo donde vivir la vida y entre uno de ellos afirmaba:

Me gusta volver a Ecuador y sentarme frente al Cotopaxi,

el volcán sagrado, principalmente el sábado.

Durante algunas fracciones de tiempo, Facundo Cabral cantaba estas coplas junto a Alberto Cortez y los dos ya partieron al más allá, hoy solo quedan sus grabaciones y en ellas sus mensajes.

Y tenía razón.

Entonces yo decidí construir mi casa frente al Cotopaxi, para disfrutarlo los sábados, los domingos y cada día, cada hora, cada instante de esta vida que es tan corta.

Por esta razón al igual que Facundo, me gusta contemplar la montaña en cada amanecer, cuando me voy, cuando retorno, cuando sorbo un poco de café, cuando me siento a contemplar los pájaros, cuando tengo a mi compañera a mi lado y lo disfrutamos del silencio.

Cuando tomo conciencia de estar vivo en este minúsculo espacio de tiempo de la eternidad, para disfrutar las montañas y el cielo, la respiración y la compañía, el calor del sol y el viento frio.

La vida.

Antes que la eternidad imponga su ley y solo seamos un ínfimo parpadeo en medio de una vertiente de tiempo que nos borrará y nos olvidará, cuando seamos tan solo una fisura del universo al que de forma pretenciosa llamamos vida.

 

Jorge Mora Varela

El mundo de Donald Stewart

El mundo de Donald Stewart

Luego de un tiempo prudente, desde la partida de mi amigo Donald Stewart, su esposa Carmita, me invitó a elegir cualquiera de sus libros, antes de entregarlos a una biblioteca. Y este gesto me conmovió, porque esto habla de la mutua estima que teníamos con este ser humano admirable y profesional académico a carta cabal, desde los tiempos en que compartíamos vecindario académico en el cuarto piso de la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura de la PUCE.

Donald 01

Con frecuencia, en el mundo del trabajo las personas, vivimos atrapadas en un sinfín de actividades profesionales, en este caso con las programaciones académicas, con tiempos estrechos para atender la preparación de clases, de pruebas, la corrección de exámenes el ingreso a la plataforma para subir el micro currículo, para registrar la asistencia de los estudiantes, para grabar las clases, para subirlas, para hacer la atención de tesis, las tutorías, los informes, etcétera, etcétera y con frecuencia olvidamos la oportunidad para conocer al ser humano, a la persona, que habita al lado, en este caso en el mundo de la docencia universitaria.

Querido amigo

Querido amigo

Simon parque

Versión musical en: ivoox  o en: udio

 

Querido amigo,

de lustroso pelaje,

aventurero audaz,

sensible, noble, fuerte y bueno.

Amigo compañero de aventuras,

contigo descubrimos,