¡SABEMOS LEER!, pero, ¿SABEMOS LEER?
LA EDUCACIÓN PARA EL FUTURO
Parecería un una pregunta, ingenua, simple y gastada, sin embargo, deseo compartir una experiencia académica que raya entre lo grotesco, lo ridículo y la desesperanza.
En una presentación de un grado, se intentaba explicar por qué luego de 100 años de relaciones comerciales entre el Ecuador con un país desarrollado y ejemplar en el mundo como el Japón, los ecuatorianos, NO podemos entender y menos alcanzar como país, los estándares que ellos exigen para que podamos insertarnos con fuerza en la dinámica de intercambios en el mundo contemporáneo.
No alcanzamos a cumplir los requerimientos que ellos piden y no solo a nosotros, sino a todos los países que comercian con ellos.
Luego de las explicaciones teóricas, técnicas, gráficas, la conclusión es que NO lo hacemos, porque los ecuatorianos NO leemos y menos podríamos comprender lo que se supone estudiamos y entendemos.