Tamara: La diosa negra del Olimpo.
Por: @ElAmigoFroy
A Tamara solo se la puede ver de una forma: con ojos de encanto y dulzura. La carchense se convirtió en la diosa negra del Olimpo gracias a la medalla de plata que alcanzó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1 tras levantar 263 Kilos (113 en Arranque y 150 en Envión) en la prueba de halterofilia, categoría 87 Kg
Ayer (5 de agosto del 2021), tras su arribo a Tulcán, la medallista rompió otro récord al levantar suspiros a su paso. “Negra linda…”, “belleza de mujer…”, gritaban algunos intrépidos que se apostaron en las calles de la urbe para elogiar a su campeona.
“Entré al mundo de las pesas para demostrar que las mujeres somos fuertes”, sentenció la oriunda de Pusir Grande (cantón Bolívar), población cercana al valle del Chota, de sol siempre encendido, de atardeceres naranjas, de bomba pegajosa y de alegría interminable.
De ese pueblo cercano al cielo salió ese encanto que el próximo 9 de agosto cumplirá 24 años y que viajó con la esperanza de ubicarse entre las 5 mejores de los Juegos Olímpicos, más su compañera de halterofilia, Neisy Dajomes (76 Kg.), motivó su accionar al convertirse en la primera ecuatoriana en posar en lo más alto del Olimpo.
“No fue fácil”, manifestó Tamara con sencillez y una emoción incontrolable. La pandemia trastocó sus planes y obligó a improvisar un gimnasio casero para no perder ritmo. Le precedía un palmarés impresionante que obligaba a destacarse en Tokio, por ello, se encomendó y agradeció a Dios por todas las bendiciones recibidas.
En efecto, en 10 años de práctica, ostenta:
- Un récord nacional en Arranque 2015,
- Campeonato Mundial – Turkmenistán 2018,
- Bronce en los Juegos Panamericanos – Lima 2019,
- Campeonato Mundial – Tailandia 2019… por citar unos cuantos ejemplos.
Confiesa que mentalmente estaba “súper fuerte” pese a que viajó con una lesión de rodilla y una molestia de espalda y hombro. Hoy no hay malestar, aunque ciertos dolores aún la acompañan; No estuvo con su pañoleta de tonos café; no lució con su cávala, la misma que representa su descendencia afroecuatoriana.
“La pañoleta me da suerte. Cada vez que las uso me va bien”, dijo entre risas y cierta picardía. Pues cabe resaltar que, desde mayo 2018 hasta el inicio de la pandemia, la carchense participó en 10 torneos internacionales y en todos logró podio: “creo que en todos tuve pañoleta”, señaló mientras dibujaba otra encantadora sonrisa.
Tulcán, Carchi y Ecuador se vistieron de fiesta. Su pueblo a la distancia, levantó cada kilo de Salazar, Dajomes y del equipo de las chicas poderosas; ahora, están a la espera del hijo pródigo, de la “locomotora” que también enciende pasiones en las chiquillas y que prende sueños en la niñez y juventud: Richard Carapaz, medallista de oro en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos.
Entre danzas, regalos y muestras de afecto, Tamara agradeció al pueblo de Carchi y a sus autoridades por todo el cariño. Sopló la velita y se llevó el pastel de un festejo adelantado que promete grandes logros. Con unas cuantas rosas, girasoles, fotos y selfies, se retiró con el anhelo de llegar a casa y tomar un merecido descanso.
Fotos: ElAmigoFroy, Marco Villacorte Fierro