Varón de Dios
Quisiera que mi grito
llegase al mismo cielo…
…quisiera hablar con Dios,
con sus ángeles y sus santos,
implorarle a su corte celestial.
Quisiera que mis padres intercedan
para que tú no crezcas más
aunque el tiempo no pare de andar.
Quisiera cobijarte por siempre en mi arrullo,
cubrirme de tu inocencia,
gozarme de tus locuras.
Perderme en tu mirada inquieta
mientras recorremos los senderos de la vida…
…tu mano sobre la mía
y mi corazón en tu pecho.
Quisiera ser quien te indique el mundo,
el que marque tus horizontes
y cuide tu sombra etérea.
Ya pudiera ser tu vida misma
para conservarla como tesoro preciado,
más entiendo que debes marcar tus pasos,
descubrir el mundo y conquistar tus sueños
sin dejar tu inocencia para convertirte en un varón de Dios.
Ya quisiera y tanto quisiera
que Dios mi súplica atendiera,
y con su bendición y la mía
descubrir todos los avatares que el mundo ostenta,
más cuanto la vida me sostenga
quisiera ser tu bastón, sombra y protección…
…ese muro inquebrantable que proteja tu espíritu
de toda lección que la vida se atreva.
Ya quisiera que mi grito
llegase al mismo cielo…
…Ya quisiera que la vida me concediera
la dicha de a tu lado siempre estar.
Ya quisiera y tanto quisiera,
pero algún rato lejos debes volar
y en tu alto vuelo
mi alma, vida y corazón
por siempre te acompañarán
Crece hijo mío
porque por más que yo quisiera
ni el tiempo ni tú se pueden detener.
Tan solo mi varón de Dios,
permíteme envejecer en tu creciente
para que seas tú quien me cobije en arrullo
y sean tus brazos los que abriguen mi ser.
Solo en ese instante…
…en ese suspiro de vida,
entenderé que mi grito llegó al cielo.
Por: Milton Froilán Jiménez
#ElAmigoFroy
