Alamiro Fernando Montalvo
Me gustaba fajarme duro y dominar a los fuertes (Alamiro Montalvo)
¡Vamos, vamos a verlo al Pastuso de Oro!. Era la frase de emoción de la afición ecuatoriana, especialmente del pueblo quiteño para el “carchense corajudo.”
Alamiro Fernando Montalvo nació el 5 de enero de 1952 en Tulcán, proviene de un hogar humilde, de niño pasó por tres escuelas ya que era “beligerante” e inquieto no le gustaba ver injusticias y abusos de ciertos compañeros, pues se medía a puño limpio con los grandes y terminaba sancionado.
Siendo adolescente cantaba en la orquesta “Los Magos Porteños”, compuesta por músicos tulcaneños y colombianos, resultaba atractivo ver a un pequeño subido en una silla para alcanzar el micrófono cantando vals, boleros y música mexicana, hizo presentaciones hasta los quince años.
Por cosas de la vida donde Alamiro arrendaba llegó a vivir el boxeador quiteño César Vásquez, con quién estableció una buena amistad convirtiéndose en su primer entrenador, lo mentalizó a no tener miedo y entrar con coraje de acero, así comienza la cosecha de títulos para el Carchi, a los 14 años llegó a ser Campeón Provincial (Mosca) a los 15 Campeón Provincial peso Gallo, como Amateur ganó muchas peleas y por su disciplina y amor al deporte de las “narices chatas”, asciende al profesionalismo, de pegada temible propició muchos nocauts, en 1977 fue Campeón Nacional Súper Gallo, 1978 obtiene título Continental Gallo, 1979 Campeón Nacional Pluma.
Siempre se encomendaba al Señor del Gran Poder, decenas de peleas son testimonio de su entrega con corazón de Pupo valiente, de Guerrero Pasto, que jamás se amilanó por más grandes que fueron los contendores. La Plaza de Toros de Quito recibió a miles de seguidores del “Ciclón carchense”, “El Pastucito de Oro”, “El bravo del Carchi,” entre otros titulares que la prensa nacional, revistas deportivas y amigos lo calificaban al tulcaneño boxeador.
En 1981, La Asociación de Periodistas de Pichincha le confieren la medalla de oro por ser el mejor deportista del box profesional ecuatoriano, reconociendo con orgullo la ubicación entre los mejores del Ranking mundial CMB, pequeño de estatura con musculatura de hierro, nos dio muchas alegrías hasta los 27 años en algunas ciudades del Ecuador y en otros países enfrentando a grandes campeones internacionales, después de su retiro volvió al bello mundo del arte musical grabando un CD con sus hijas Andrea y Fernanda quienes poseen una hermosa voz, además hay canciones de su autoría.
Alamiro también trabajó como taxista, fue Presidente de la Asociación "Ernesto Albán Mosquera", socio activo del legendario Club “El Martillo”. Actualmente administra su propio negocio. A veces las sociedades se vuelven olvidadizas y solo reconocen a los deportistas en su apogeo, luego pagamos con la indiferencia toda su entrega, Alamiro aún no ha recibido el estímulo económico, que todo Campeón Nacional se lo gana a costa de esfuerzo propio, ojalá se dé trámite a este justo derecho, porque los estímulos deben ser en vida.
¡Loor campeón por siempre!
Prof. Luis Rosero Mora
Caricatura: Julio Rosero Mora