Descenso

Descenso

 Y de pronto me torné lucífugo
y el peso de mi ego me hundió
en la sima más profunda,
encharcado en fosas de sangre sucia,
en los arreboles infernales
donde se cree que moran los demonios.


Abandoné la Luz
como si me generara miedo y terror,
me encierro en el yermo frío del Seol,
cual sombra de fuego en una hojarasca.


Hoy es cuando conozco
a la clase vampírica en el universo,
lejos de todo lo que conozco
en la creación de mi Padre.


Empezaré mi peregrinaje nuevo
a través de las nueve puertas
del reino de las sombras,
cual Iniciación en las octavas inferiores
de mi locura hecha trizas.


Todo esto huele a bazofia,
huele a asedio de la lujuria
pendiente de los más débiles
espíritus mortales.

 

Por: Miguel Ángel Bolaños Vela "Ángelus"