HERMANOS SIN PATRIA
Expresando mi sentimiento solidario a los hermanos que son desplazados de su Patria por ese monstruo de mil tentáculos que se llama VIOLENCIA, quiero tender mi mano y decirles: que detrás de la obscuridad tempestuosa que hoy los cobija, habrá un horizonte despejado donde puedan mirar el sol con paciencia, disfruten del colorido de los campos, perciban el aroma de las flores y conjuguen el vuelo de las aves; decirles también, que llegará el día, donde fluya la esperanza como agua de un manantial, los acojan las campanas con sonidos infinitos, las aulas de clase con su abecedario abierto y compartan bajo techo… un pan entre todos.
La MOVILIDAD HUMANA, es un grito de rebeldía, un rechazo a la injusticia, es y son puños levantados que reclaman el DERECHO DE VIVIR en un pedacito de tierra que se llame PATRIA.
A través de este compendio de palabras que se hermanan por sangre latina y universal, permítanme sintetizar esa verdad que no se la quiere mirar de frente, invito además, detenernos un poco y reflexionar sobre nuestros semejantes, que hoy más que nunca, necesitan de nosotros.
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Sin una sonrisa, sin pan en la boca,
sin una palabra que anime sus sueños…
como un suspiro que corre sin vida
jadeantes avanzan cadenas humanas.
Sin un vaso de agua que la sed aplaque,
no hay sombra ni techo que acoja al viajero…
de los inclementes y perpetuos soles,
ni de tempestades bravías y locas.
Hay bebés que lloran en mitad del alba,
hay madres que imploran clemencia a los cielos;
ancianos exhaustos en medio camino…
infantes desnudos que tiemblan de frío
y niñas que a veces sonríen de miedo.
Chavales que miran con ojos cansados…
buscando en la noche peligros que asechan;
un ronco tambor irrumpe el silencio,
una vieja flauta entona sollozos…
y un perro atracado aúlla a lo lejos.
Es la caravana que viene sin rumbo,
que no tiene Patria que no tiene nombre,
es la muchedumbre de pueblos hermanos…
que les arrebatan su tierra y la luna.
No hay sabor a descanso, ni remedios, ni aliento,
no hay lumbre ni mantas que abriguen sus cuerpos,
hay ansias que ayunan, temores que afligen,
insomnios que agobian… martirio escondido
Se cierran mil puertas, se abren quebrantos,
perece la aurora y delirios sucumben;
se va la esperanza, abraza el engaño,
envuelven misterios, visita la muerte.
¡Amargas verdades, que taladran el alma!...
El hombre es malvado cuando no tiene alma,
su instinto felino… todo deprava,
flagela ilusiones, destruye la vida,
cultiva la infamia y fabrica la guerra.
Se riega la sangre en surcos heridos,
lágrimas fluyen de cuencas marchitas,
pies lastimados de peregrinos…
y rostros de angustia que claman justicia.
Labios resecos musitan sin gana,
vientres vacíos por días y noches,
son multitudes que van desplazadas…
por culpa del hombre que juega a la guerra.
La guerra es perversa porque hay desquiciados
que tejen sus redes como una maraña,
la guerra es maligna porque hay perturbados…
su encono cercena quimeras del hombre.
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Prof. Wilson Viveros C