El imprescindible entorno vital

El imprescindible entorno vital

 

La partida de una persona de nuestro entorno vital es un golpe demoledor, porque muere una parte de cada ser, de una historia compartida, de los recuerdos, de los afectos más profundos.

Estos infaustos acontecimientos nos convocan y nos juntamos alrededor de un dolor simultáneo, por una serie de personas que componemos el entramado social de cada uno de los integrantes.

Muerte Angel

Al mismo tiempo es el soporte vital para cada uno y quienes en cierto momento compartimos el dolor por la ausencia definitiva de alguno de nosotros, pero que son el fundamento, la razón de ser, de nuestras alegrías, de la seguridad de saberse amado, de ser parte de y por esta razón es el soporte estructural de cada uno de nosotros.

Esa paradoja de sentir un dolor que hay que compartir para hacerlo llevadero, se junta con el gusto de pertenecer, de ser parte de un grupo familiar, de amistad, de empatía, de ser reconocido, bienvenido, apreciado y amado.

Estos son las paradojas de la vida “finita”, que en un momento empieza, se entreteje, hecha raíces y termina, esta dinámica a las que nos somete un limitado espacio de tiempo que tiene la existencia, permite estas singularidades de lo que llamamos vida.

La posibilidad de vivirlas, disfrutarlas y sufrirlas con intensidad, son las que ofrece mi pueblo, convocar a un conjunto de seres cálidos, cercanos, entrañables e imprescindibles que viven, aman, disfrutan y hasta sufren de manera inigualable y por lo tanto hermosa y buena, a nuestra manera, muy nuestra.

 

Jorge Mora Varela