LA REZANDERA Y EL OBEDIENTE

LA REZANDERA Y EL OBEDIENTE

Había una vez un país de caricatura, gobernados por monigotes de caricatura para un pueblo al que creyeron estúpido.

Bastaba poner a cargo del dinero del país al mejor guardián, al más obediente, al más celoso, al ortodoxo, al dócil admirador de la banca especuladora, al que por hacer la tarea le han dado un lindo puesto de vicepresidente de la banca internacional.

Y para que al pueblo le vaya bien han puesto a la rezandera, para que vaya a San Pedro en una misión peligrosísima, y arriesgando su vida como en las películas de "Misión Imposible"nos traiga saludos y bendiciones.

 

Había una vez un país de caricatura, gobernados por monigotes de caricatura para un pueblo al que creyeron estúpido.

No podía ser de otra manera, estos fueron puestos por quien fue puesto para sea obediente, celoso, ortodoxo y dócil seguidor del monigote anterior.

Pero no, el que fue puesto para gobernar como se le antojaba al anterior, más bien fue obediente, celoso, ortodoxo y dócil seguidor los monigotes dueños de la banca internacional, porque son más bonitos, viven más lindo, se reúnen en lugares exclusivos, se alojan en hoteles de lujo y comen manjares como reyes, a los que no les importa el ser humano, los rendimientos abusivos, imperdonables y crueles que se les pueda sacar a los que creen que este es un país de caricatura y al que creyeron estúpido.

 

Jorge Mora Varela.