Las Peñas
Nuestros mayores solían afirmar que cada viernes santo, en “Las Peñas” se escuchaba el tañido de misteriosas campanas y cuando esto sucedía aparecía una gallina de oro con sus polluelos del mismo género. Los que la veían trataban de alcanzarla, pero cuando estaban muy cerca de lograrlo, se esfumaba como por encanto.
Aseveraban que era tan claro el sonido de las campanas, que se escuchaba hasta Julio Andrade. ¿Verdad o fantasía? ¿Nadie lo sabe, nadie lo supo, nadie lo sabrá!
¿Han oído hablar del “Carbunco”?
Bueno! Los abuelos con mucha certeza aseguraban que en antiguos tapiales de donde hoy se ubica la calle Tarqui y Bolívar, vivía un animalito semejante a un cuy, de color negro brillante, que tenía un diamante en la frente. Cuando se aparecía, ese brillante era de tal intensidad que alumbraba al menos una cuadra de distancia y que cuando lo perseguían, se pasaba la mano sobre la frente y desaparecía el brillo del diamante. Alguna vez también lo vieron por donde hoy es el Parque de la Concordia y aseguraban a “pie juntillas” que era tal el brillo del diamante que se podían ver perfectamente las campanas de la antigua iglesia Matriz de Tulcán y no solamente eso….Se veían hasta las cruces de las tumbas del cementerio que yacía junto a la Iglesia. ¿ Verdad o fantasía?.
Fuente: Perfil de Facebook “Rafael Arellano del Hierro” @65487USA