COSAS DE PADRES Y DE HIJOS
Si hubiesen sido esta letras escritas en el siglo XX, hubiese empezado así:
Recibí una carta, de mi hijo.
Pero en el siglo XXI, empieza con:
Recibí un mensaje por WhatsApp de mi hijo.
Tengo unas ganas tremendas de abrazarte.
A veces intento no sentirme como un niño, pero, no puedo no pensar en ti y en correr a tus brazos.
No tienes idea lo importante que eres para mí y que no tengo nada más valioso en la vida que mi madre y tú.
Me hubiese encantado responderle por carta, pero igual la respuesta inmediata por WhatsApp fue:
Hola muchacho. No sabes cuantas veces me hubiese gustado abrazar, escuchar y apoyarme en mi padre, tu sabes que esa sensación yo no la pude tener por la muerte prematura de él y por ello me hace inmensamente feliz tener un hijo que quiera verme, escucharme, apoyarse y abrazarme, porque yo no tuve esa oportunidad.
Hijo: Lo sé y aun así siempre fuiste un gran padre y un ser humano admirable.
Padre: Estos momentos son extraños, se me escapan muchísimas lágrimas de alegría.
Hijo: A mí también, papá.
Jorge Mora Varela