LA MIGRACIÓN DE ECUATORIANOS A LOS ESTADOS UNIDOS

Las personas migramos porque buscamos otros espacios con mejores condiciones de vida, NO porque nos creamos inferiores y vamos dónde los superiores, solo buscamos espacios adecuados para vivir en lugares diferentes y esa es la historia humana del mundo.

LA MIGRACIÓN DE ECUATORIANOS A LOS ESTADOS UNIDOS

En el marco de la historia del mundo

Luego de recibir la invitación de la embajadora cultural Cristina Labat a la Second Virtual Book Fair USA y cuando coincidió que en esos días estuve en su país, leía en una revista que parecía haber sido abandonada por alguien, unas declaraciones del poeta de origen tanzano y radicado en el Reino Unido, Abdulrazak Gurnah, ganador del Premio Nobel de Literatura 2021 y NO puedo estar de acuerdo con un punto de vista del nobel, cuando habla de colonialismo y del poder del lenguaje y propone una “mirada compasiva” para las personas que migran; porque desde mi punto de vista parte de una percepción asimetría en la mirada del uno respecto del otro y es importante entenderlo porque los seres humanos somos seres de relatos.

Yo no puedo alinearme o identificarme con una posición victimista, esa tendencia de algunas personas o de algunos pueblos a considerarse de forma consciente o inconsciente víctimas, sintiéndose de manera real o imaginaria objeto de agresiones o menoscabos inexistentes y responsabilizando al entorno o a los demás de su condición de ser humano vencido por su historia, por sus orígenes, o por su entorno.

Tampoco puedo aceptar la superioridad implícita de quienes creen ser portadores de un destino manifiesto, de un halo de superioridad socio cultural o religiosa impuesta como regalo divino.

Yo propongo como ponencia adoptar una mirada atenta para entender cómo piensa el otro, el diferente, en un ejercicio de otredad que nos acerque, que nos permita comunicarnos y proponer una convivencia armónica entre diversos.

 

Algo de historia

La memoria del homo sapiens, una de las variedades de humanos de los que han aparecido en África y la única que de momento sobrevive, es la evidencia de su migración constante, de nuestra migración constante, son ya 160.000 años de ir y venir por este pequeño y perimetral planeta del universo.

Dicen las investigaciones que serán quizá 15 o vente mil años cuando el ser humano llegó a nuestro continente por el norte y lo pobló en un puñado de miles de años.

Hace 500 años un hombre del mundo europeo de matriz cristiana Cristóbal Colón en la búsqueda de una ruta que lo lleve por el occidente hacia La China, el Japón (Capai y Sipango) y al mundo de las especies, se topó sin saberlo con un mundo que transitaba por el Neolítico (la edad de piedra). Y este evento casual fue el inicio de la modernidad.

El navegante de la península itálica Américo Vespucio notó que Colón había llegado a un nuevo continente, desconocido, inesperado.

Y Europa (España, Francia, Inglaterra, Holanda) se lanzaron, cada uno a su manera al descubrimiento y a la conquista.

En el nuevo mundo se impusieron a través de los conquistadores dos maneras de pensar.

En el norte del nuevo continente prevaleció el pensamiento anglosajón y la influencia de la reforma protestante, el pensamiento de Lutero y de Calvino, dónde el trabajo individual y colectivo son las manera de honrar a Dios, aquí nace el pensamiento modernista-moderno de lo que sería los Estados Unidos de América, que se formó en  los siglos XVII, XVIII y XIX, se impuso el mundo de las ideas, la creatividad, la novedad y dinamismo, la industria, el pensamiento comercial y en el año 1776 alcanzó su independencia de los Británicos y crearon un espacio geográfico dónde deben convivir personas de más de 15 países de Europa y Asía y esta amplitud demográfica permitió el desarrollo de una inmensa variedad de ideas, de iniciativas de enfoques, de posibilidades creativas, por el aporte de sus lenguas, patrones culturales, religiones, visiones de la vida.

Estos grupos humanos coincidieron en la convicción de respetar el estado de derecho, el respeto a la propiedad privada, a la iniciativa individual y que encontró en la aventura de los 102 migrantes Puritanos que llegaron desde Europa a Norte América en el 1620 a bordo del Mayflower con la intención de proteger su libertad, la de sus creencias y sus modos de vida y para crear la Nueva Jerusalén o el estado manifiesto e ir hacia el oeste. los argumentos necesarios para construir el mito fundacional del naciente país del norte.

La convivencia entre diferentes, personas diversas, de pensamiento burgués, con mentalidad comerciante, ilustrados, lectores, amantes de la independencia económica, agrupados en trece colonias, se independizaron de Inglaterra aún antes de la Revolución Francesa o de las independencias de la Hispanoamérica.

Por el contrario, los pueblos conquistados por España y Portugal, eran portadores del pensamiento católico, apostólico y romano, abanderados de la contrarreforma, impusieron a los pueblos conquistados por ellos el catolicismo, la mono cultura, hispana y católica, la convicción de que la riqueza depende de la tierra, de la agricultura, con la necesidad del mundo esclavo traído desde África y la dependencia de lo pudiesen encontrar, sobre todo del oro y la plata, tan así que en estos tiempos contemporáneos dependemos del hallazgo del petróleo.

El mundo de Hispanoamérica con la prevalencia de la evangelización y el mestizaje tuvo un desarrollo diferente al mundo anglosajón, con los principios del mundo católico como el amor por la pobreza, la humildad y la voluntad inescrutable de Dios.

Los mismos Estados Unidos tuvieron que decidir entre el pensamiento influido por el protestantismo y el mundo católico en la llamada guerra de secesión (1861 a 1865), que debía decidir entre la industrialización, la comercialización de bienes y servicios además de la apertura de mercados que proponía el norte o la dependencia de una economía ligada a la agricultura y los esclavos que proponía el Sur.

De hecho, se impuso el pensamiento del norte, sin embargo, para que se haga efectiva la liberación y la inclusión plena de la población afro-descendiente tuvo que esperar más de un siglo para que se hiciese efectiva a través de las luchas como las de Martin Luther King Jr.  Y tantos otros.

Permítanme mostrar una mirada comparativa de textos que se cantan:  a la manera anglosajona, la hispano-católica, la andina.

Y claro, los que deciden los Novel de Literatura, entienden, se identifican con el modelo anglosajón en este caso de Bob Dylan y le dan el Nobel, luego piensan que son inclusivos de acuerdo al discurso políticamente correcto si cambian el color de los personajes de los personajes en el cine y así les va, hacen el ridículo en Netflix, Disney o en Hollywood, hasta a Homero Simpons y su familia.

El hecho es que los Estados Unidos de América se convirtió en la primera potencia económica del mundo. Y nació el mito del “Sueño Americano”, que es una de las ideas que guían la cultura y sociedad de los Estados Unidos.

El sueño americano que se refiere a los ideales de alcanzar la prosperidad, el éxito, la movilidad social hacia arriba.

Además de la promesa de la democracia, los derechos civiles, la libertad...

En 1931, el historiador James Truslow Adams definió el sueño americano: "La vida debería ser mejor, más rica y plena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias de las que proviene".

La América del Norte, sobre todo los Estados Unidos y en menor medida Canadá se convierten en un imán de atracción para las personas del mundo hispanohablante y durante un siglo se han generado oleadas de migrantes que van tras el “sueño americano”.

No obstante, las diferencias ideológicas, políticas, culturales, económicas, religiosas, filosóficas (si es que cabe), las personas llanas quieren y buscan llegar a los Estados Unidos de América, sin que los pueblos puedan entender las diferencias culturales y estructurales y los problemas de convivencia que ello implica.

 Saben que hasta en el mundo pobre de los Estados Unidos una persona se ve obligada a vivir con menos de 40 dólares al día y ellos que con frecuencia deben sobrevivir con uno o dos dólares al día.

Sería ingenuo pensar que quienes deciden migrar a los Estados Unidos ignoran, los peligros, las dificultades, los riesgos o las escasas probabilidades de siquiera llegar a su destino, el alto riesgo de morir en el intento o si sobreviven de ser explotados o de ser detenidos, en algunos casos desaparecidos o deportados, sobre todo, los sin papeles, sin embargo, buscan llegar a ese país a cualquier costo y a cualquier precio.

Al menos en el Ecuador, son frecuentes las historias de personas que fracasan en su primero o segundo intento de llegar a los Estados Unidos y lo siguen intentando hasta lograrlo

Para todos es conocido las infinitas, sorprendentes y de vez en cuando increíbles maneras de viajar a los Estados Unidos por ejemplo de los cubanos y sus balsas, los mexicanos y los pasos clandestinos por la frontera, los centroamericanos y sus larguísimas caminatas, los colombianos, los ecuatorianos empacados como sardinas en contenedores y en condiciones inhumanas, los argentinos, ahora los venezolanos o los haitianos, como en su momento lo hicieron los europeos a través del Atlántico, luego cuando entraban a Norteamérica les daba la bienvenida o al menos eso parecía la estatua de la libertad en la Isla Ellis en las puertas de Nueva York.

En el Ecuador

En el Ecuador ha habido algunos detonantes para la migración de personas a los Estados Unidos, como "la crisis del cacao" de 1917 debido a la aparición de enfermedades de las plantas del cacao y la primera guerra mundial que arruinó la primera fuente de riqueza ecuatoriana.

En 1949 se produjo la crisis de los artesanos del sur del país ecuatoriano, denominada “la crisis de los sombreros de paja toquilla”, por la incapacidad de competir en precios y en volumen con las exportaciones de los sombreros de China y Filipinas a los Estados Unidos.

"La crisis generada por la dolarización" del Ecuador en el año 2000 y que dejó en la ruina a sectores sobre todo de la clase media que transformaron sus activos patrimoniales en dinero para especular en el mercado financiero entre una moneda fuerte como el dólar y una moneda como el Sucre que no tenía forma de sostener su valor en el mercado.

A los ciudadanos que deciden migrar, no solo en tiempo de crisis, en cualquier tiempo; creen poder hacerlo, de forma legal o ilegal, es más, parecería no importarles o no estar conscientes del riesgo o estar dispuestos a enfrentar las dificultades o creen tener una herramienta secreta que los llevará con “bien” a su destino en los Estados Unidos, la fe, que les regala el realismo mágico del cual provienen, que se vuelve tangible en visitas previas a santuarios como la “Virgen del Cisne” en la ciudad de Loja, o las procesiones del “Niño Viajero” en el Azuay, o llevar consigo imágenes o reliquias bendecidas o las oraciones con las que los acompañan en su viaje, sus seres queridos.

No obstante, la serie infinita de informaciones serias, creíbles o tendenciosas y falsas que abundan sobre todo en el internet, a través de videos de YouTube, redes sociales, mensajes privados de WhatsApp, fotografías, consejos personales que les “advierten” de amenazas del “sueño americano”, muchos están dispuesto a correr el riesgo, porque en la primera potencia del mundo tienen un familiar, un amigo, un conocido que les abre la esperanza de encontrar mejores días para ellos y sus familias.

Y cuando el migrante llega tiene que tener la capacidad para observar y adaptarse a un mundo nuevo, desconocido, diferente, ellos que por lo general son cercanos, deben interactuar con personas que parecerían estar distantes, ellos que entienden las relaciones personales desde una perspectiva cálida, deben relacionarse con una sociedad flemática, personas que entienden la realidad desde una construcción con tintes del realismo mágico católico (Si dios quiere, dios se lo pague, dios no ha de querer) deben responder a modelos pragmáticos y utilitaristas, personas acostumbradas a encontrar tiempo para mirar a la familia deben adaptarse al mundo del trabajo a tiempo completo y más, hasta el límite de la resistencia física, de esta manera, llegan a sus metas, pueden conocer otros  estilos de vida, incrementar su capacidad de adquisición y consumo, enviar remesas a sus familias, adquirir los bienes que les den seguridad, reunir a sus familias y prepararse un retiro soñado.

O te adaptas o fracasas, logras cumplir con las expectativas que ofrece el “sueño americano” o te rindes, te aíslas, te desconectas entras en la marginalidad, retornas o mueres.

Y cada historia, cada persona es un testimonio de fortuna y de fracaso y la literatura tiene en este mundo intrincado, impredecible y difícil, de vida o de muerte, de alegría o de dolor un filón de argumentos que deberían enriquecer nuestro repertorio literario con las vicisitudes de miles, de millones de personas que han migrado, lo están haciendo o lo harán en el futuro y que permitirán documentar sobre todo desde la literatura de toda una diversidad de maneras de movilizarse (migrar) este submundo de las migraciones ilegales, para visibilizarlos, para entenderlos, para valorarlos y porque no, para exigirles a nuestros gobernantes de los países desde dónde migran y de los países hacia dónde migran, políticas públicas de alcance global, para construir el gran sueño humano de la libre movilidad y la oportunidad para construir el mundo sin fronteras y en libertad en una lucha que tiene más de 160.000 años desde cuando todos nosotros, los homos sapiens salimos de nuestra cuna común, de África.

 

Jorge Mora Varela

 

Imagen tomada de: Prensa Latina

Video de la conferencia