Está apunto de iniciar el mundial de fútbol Qatar 2022 y en este mundo complejo no faltan las controversias.
EL MUNDIAL DE FÚTBOL QATAR 2022, SU FASCINACIÓN Y SUS CONTROVERSIAS
A pocos días del arranque del mundial de fútbol en la península arábiga, NO faltan las polémicas, pues hay quienes están patrocinando un boicot por temas que ellos proponen como innegociables, pues acusan al país anfitrión Qatar y a la FIFA de darle cabida al evento futbolístico más grande del mundo a una monarquía de corte absolutista que sostiene la discriminación de la mujer, la persecución de las minorías sexuales, los abusos laborales de los trabajadores migrantes o los indicios de sobornos y corrupción de los funcionarios de la FIFA para dar la sede al país árabe.
La decisión de darle la sede al Emirato de Qatar fue tan controversial y obscura, que desató el caso de corrupción en la FIFA conocido como el FIFA Gate y que terminó con la era del presidente Joseph Blatter y permitió la llegada de Gianni infantino a la presidencia de la FIFA y se mantuvieron los argumentos de darle al país árabe la oportunidad de desarrollar el futbol, abrirle paso a la diversidad cultural y religiosa, sin embargo, parece que los argumentos de mayor peso fueron que Qatar es un país del 11.000 km2, con ingentes recursos petroleros, gasísticos (posee la tercera mayor reserva mundial de gas natural del mundo) y que tiene una posición geográfica estratégica en el juego geopolítico del mundo.
De hecho, sigue vigente la pregunta: ¿Es un evento deportivo o es la oportunidad de conocer gente influyente, de hablar, de hacer amigos y plantear negocios de alta envergadura en todo el mundo?
Hay quienes se unen al boicot porque desde su punto de vista son más importantes los derechos humanos, el derecho a la sindicalización de la fuerza laboral, o a las libertades de las mujeres, sobre la cita mundial alrededor del deporte del fútbol.
Pero el peso de la economía, del mercado global, de la interconexión y la interdependencia de las economías y de los flujos comerciales parecen tener la prioridad y las puertas abiertas alrededor de un balón.
A la parte del mundo que le interesa solo el fútbol, está a la expectativa que ruede el balón para ver si Messi en su última cita mundialista alcanza el sueño de levantar para la Argentina la copa del mundo o para mirar si Brasil sigue siendo el rey indiscutible del balompié, o si Europa reafirma su supremacía futbolística o es el momento de los africanos o si hay una sorpresa de tal magnitud que haga caer de espaldas a la fanaticada futbolera.
A los ecuatorianos que muestran un crecimiento sostenido en sus gestas futboleras, pero que no están exentos de dudas respecto a la nacionalidad de alguno de sus integrantes por la difusa vecindad con los vecinos colombianos y que han lidiado con la incómoda presión de los chilenos por arrebatarles en la mesa el derecho ganado en los campos de juego, nos les importa para nada, ni quieren enterarse al boicot, los derechos humanos, ni los negocios, ni las demandas de nada, solo quieren llegar a Qatar, olvidarse de Chile y sus reclamos, vestirse de corto y sorprender al mundo ganándole al país anfitrión en la inauguración de la cita mundialista del 2022, llegar lo más lejos posible y por qué no ser por primera vez parte del Olimpo del fútbol mundial.
Esperemos que ruede el balón y ya se verá, mientras tanto los ecuatorianos nos enfrascaremos en discutir la validez de los convocados y algunos satanizarán al seleccionador Alfaro por haber cometido la herejía de no convocar a sus favoritos.
Nada, así es la pasión del fútbol.
Jorge Mora Varela
Imagen tomada de unidadeditorial.es