EL VOTANTE DEBE EXIGIR...

El votante debe exigir…

Por una relación de cultura general, el CNE difundió una increíble lista en la que se detalla la cantidad de aspirantes a la Prefectura y Viceprefectura (373), Alcaldes (1 544), Concejales Rurales (5 402), Concejales Urbanos (9 774), Concejales por Circunscripción (2 662) y Vocales por juntas parroquiales 42 094. Lo que da un total -como base- de 61 850 propuestas de “cambio”, “desarrollo”, “progreso”, “bienestar…”.

Proyectos que, dicho sea de paso, “solo se ejecutarían” siempre y cuando lleguen al objetivo, caso contrario quedan en “buenas intenciones” y en el “yo sí les dije…”. El problema también radica en que el ciudadano se conforma con el “Qué”. El discurso calentador de oreja se fundamenta únicamente en el “qué voy a hacer” e incluso, en el “qué me vas a dar”, lo cual en temporadas como esta, suena convincente más allá de que sea factible o realizable.

Entonces, toma un valor preponderante la participación activa de los votantes, quienes deberían exigir, más allá del “Qué”, el cómo se va a hacer, el cuánto se invertirá, el cuándo se realizará e incluso, el en dónde se ejecutará. En resumen, se debe propiciar una planificación que cumpla con ciertos estándares que a su vez, faciliten el exigir a la autoridad el cumplimiento real de sus promesas, las cuales actualmente -salvo honrosas excepciones- solo es un papel mal redactado que sirve para calificar el proceso en el CNE.

Solo con ese documento, veremos incluso, si tiene o no la cara de pedir el voto o postularse para una reelección. Como van las cosas, da la sensación que no solo el papel y el “qué” aguantan todo, pues parece que el ciudadano también. Si queremos autoridades que realmente nos representen, escuchemos sus propuestas, pero a su vez, exijamos una planificación mas minuciosa que aleje el lirismo y sea cercano al territorio con conocimiento de causa y transparencia administrativa.

Que el fanatismo y fuerza de una campaña sea la tónica de un gobierno que ejecute, recorra, escuche, desarrolle y atienda las necesidades de una jurisdicción. Recuerde que al final, la relación entre el pueblo y el poder debe ir de la mano, caso contrario, el único perjudicado es aquel que se entusiasmó con el “Qué” sin conocer a detalle o profundidad el cómo, cuánto, cuándo, dónde…

 

Por #ElAmigoFroy

Imagen CuadernosDePeriodistas