No discuto la obligación cívica del pago de los impuestos por parte de los ciudadanos, pero les exijo a las autoridades “coherencia”.
LOS IMPUESTOS Y EL GASTO “ALEGRE DE LOS RECURSOS”
En el Ecuador, en los primeros meses del año, nos pide a los ciudadanos hacer la declaración del impuesto a la renta y hacerlo esta vez en particular deja en mi espíritu una sensación de indignación y de amargura.
Porque siento que el pago de mis tributos caen en una especie de “agujero negro, sin fondo” de donde no pueden escapar, por lo tanto NO se reinvierten, ni retornan en obras tangibles, útiles y necesarias, para mejorar la vida de los ciudadanos, tengo la sensación que se pierden en un mar de obras inconclusas, en algunos casos inútiles, con fallas estructurales, con sobreprecios inaceptables, producto de los errores y abusos reñidos con la ética de los gobernantes, que al parecer los manejaron, las manejan y las manejarán con “alegría, ligereza y desparpajo” los recursos financieros públicos.
Con el doloroso silencio de los gobernantes de turno, sobre todo en el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo, que dejan la sensación de complicidad, por la tibia y distraída lucha contra los que dilapidaron los recursos del estado, que debería entenderse como los “sagrados recursos del pueblo”, pero eso sí, con la decisión aplicar de manera implacable el cobro de los impuestos.
A más de la aplicación de una serie de medidas inhumanas, anti solidarias, de espaldas al ser humano, que dejan de manera recurrente en la calle a miles de personas que entregan su contingente profesional en el sector público y que de paso le cierran las posibilidades de empleo a nuestros jóvenes.
Pero eso sí serviles a sus intereses particulares y al poder y las apetencias de los organismos multilaterales de crédito internacional, al que le hacen reverencia y obediencia absoluta como si fuese su palabra dogma divino del cual no podemos escapar.
Por supuesto reconozco y acepto la obligación de pagar los impuestos, pero de la misma manera les exijo a las autoridades coherencia en el manejo de los recursos provenientes de los impuestos, para que se los utilice de manera inteligente, honesta y transparente los recursos financieros, que son sagrados, porque son el fruto de nuestro trabajo, de nuestra vida.
Jorge Mora Varela