CUANDO UNA BROMA ESCONDE A UNA SOCIEDAD AGRESIVA Y EXCLUYENTE.
A muchos de los ecuatorianos nos causó indignación y levantamos nuestra voz de protesta ante la desafortunada declaración, el actor mexicano Sergio Goyri cuando se burló y tildó de “pinche india” a actriz del film “Roma” Yalitza Aparicio, nominada a los premios Oscar 2019.
Y a renglón seguido normalizamos y compartimos sin ningún reparo a través de las redes sociales las burlas al Alcalde electo de la Ciudad de Quito Jorge Yunda Machado.
Estos casos se hacen visibles, porque afectan a personajes públicos, pero que dejan al descubierto el lado obscuro de una sociedad acomplejada, con taras y prejuicios sociales y que de forma soterrada e invisibilizada agreden a los que desde su punto de vista son menos o son inferiores.
Permítanme recordarles a los agresores que se disfrazan de bromistas que en la Constitución vigente en el Ecuador, en el Art. 11, inciso 2, se declara entre otras cosas:
“Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, diferencia física, …”.
La norma legal pretende proteger y defender por ejemplo de las agresiones disfrazadas de “sentido del humor” que en su aparente inocencia disfraza rasgos violentos, homófobos, xenófobos y excluyentes.
Como sociedad deberíamos repensar la manera de estructurar las bromas, las que no deben estar dirigidas a atentar contra los derechos de las personas.
Las agresiones al ciudadano Yunda, visibilizan a una sociedad acomplejada, intolerante y tonta, que no repara que con estas actitudes es imposible construir un país viable e incluyente y que nos relega a ser un pueblo estúpido, que no avanza porque tiene la capacidad de destruirse a sí mismo.
Jorge Mora Varela