EL INDEPENDIENTE DEL VALLE SIN “INDISPENSABLES E IRREMPLAZABLES”

 

EL INDEPENDIENTE DEL VALLE SIN

“INDISPENSABLES E IRREMPLAZABLES”.

Uno de los detalles del Club Independiente del Valle, que me ha llamado la atención, es que, en el lapso de  los años, en que jugó la final de la Copa Libertadores y luego de ganar dos Copas Sudamericanas, la plantilla de jugadores ha sido diferente.

Esta manera de manejar el plantel, sin sujetar a nadie, por más méritos deportivos o de liderazgo que parezca tener, lo libera de depender del peso de los “irremplazables” o los “indispensables”.

Esta manera de hacer política institucional, rompe el paradigma que tenemos los ecuatorianos de depender de los “indispensables” o “irremplazables”.

En el plano deportivo, algunos clubes y con frecuencia la selección Nacional, ponen sus esperanzas en deportistas que transitan por el ocaso de sus carreras deportivas o tienen limitaciones físicas, comportamentales, de adaptación a los grupos, al manejo de la presión, o son proclives a las exageraciones económicas desorbitantes y desmedidas, pero sus dirigentes, al parecer no se percatan de aquello o sucumben ante las exigencias de los deportistas de élite.

Más grave aún es que en otros campos de mayor trascendencia nacional como la política, el país depende de las viejas, gastadas y cuestionadas figuras que en su momento le entregaron al país su contingente, pero ellos mismos, sus partidos y los ciudadanos los tiene como los “indispensables” o “irremplazables”.

Me gustaría que el “paradigma” propuesto por el Club “Independiente del Valle”, de depender de políticas institucionales y no de personas, se pueda comprender e implementar en el país, como la única manera de liberarnos de los “ungidos”, “vividores de la política” que han vendido la idea de que el país depende de ellos y caso contrario estaremos condenados a la postergación, pobreza y olvido infinito y que ellos son los únicos salvadores. ¡Falso!, la política institucional implementada por el Club Independiente del Valle demuestra lo contrario.

 

Jorge Mora Varela.

 

Fuente Sello del independiente