DÍA DE LOS INOCENTES
Y la posibilidad de reírnos de nosotros mismos,
una historia del realismo mágico ecuatoriano.
UN DESCUIDO Y UNA CASUALIDAD, LE PERMITE A JORGE MORA VARELA, CAMBIAR DE RUMBO, DEJA TULCÁN ONLINE Y SE DEDICA AL CANTO PROFESIONAL.
Un descuido y una casualidad le permitieron estos días a nuestro colaborador Jorge Mora Varela, encontrar una vía de salida a los serios problemas financieros generados por los recortes en su salario, debido a la ley humanitaria que aplicó el gobierno nacional debido la crisis generada por la pandemia Covid-19.
Jorge, sin darse cuenta de que no había cerrado la sesión de la plataforma Zoom de su última clase virtual en la universidad, permitió que la abuela de uno de sus más notables alumnos, fuera testigo de cómo él interpretaba las baladas de rock en inglés de los años 60 del siglo XX.
La mujer tuvo un momento de catarsis que la trasladó a los locos años de su juventud y vivenció de manera intensa la etapa más extrovertida de su vida, entre minifaldas y rock and roll, que por muchos años había quedado en el olvido.
El docente que ignoraba que su interpretación musical se había grabado en el video de su clase, descargó el archivo y lo subió al repositorio académico de su universidad, donde estuvo al alcance de sus alumnos y el video se viralizó sobre todo a través de la población de mujeres adultas, abuelas de sus alumnos.
Por esta razón nadie podía explicarse que la clase se había descargado en una infinidad de veces y la imagen donde Jorge canta e interpreta la guitarra se hizo popular sobre todo en el segmento poblacional femenino que ya está en periodo de jubilación.
Este raro fenómeno fue analizado por un grupo de psicólogos y sociólogos de la universidad quienes sostienen que esta reacción de histeria colectiva en un determinado segmento poblacional se debe a la tendencia en toda la población de mujeres del mundo en el siglo XXI, que tiende a enamorarse de hombres al menos 20 años menores que ellas.
Jorge comenta que solo trataba de interpretar la música como una forma terapia frente al perverso confinamiento al cual lo ha sometido la pandemia y que fueron meses de constancia lo que lo llevó a estos resultados sorprendentes, pero que este hobby era su mayor secreto, porque solo se trataba de una terapia personal, para alejar los graves daños psicológicos que estaban afectando su equilibrio emocional generado por el encierro obligatorio agravado por la depresión y el enojo que le genera teletrabajo.
Sin embargo, el segmento de mercado que al parecer Jorge tiene un alto impacto emocional llegando a casos de histeria descontrolada se circunscribe a la población femenina que bordea los ochenta años o más que reviven las intensas emociones que estaban latentes en el inconsciente profundo de estas mujeres a quienes les queda un hálito de locura y efervescencia escondida y contenida.
Esta fortuna agridulce que la vive y la sufre Jorge, de ser él quien desata las altas emociones de mujeres de edad avanzada y el apremio económico por los recortes salariales lo han llevado a tomar la decisión de alejarse de Tulcán Online y dedicarse al canto en clubes de té canasta, ancianatos, grupos de jubiladas, asociaciones de mujeres del 60 y piquito y así por el estilo.
Este profesional, agobiado por el confinamiento, la forma de trabajo virtual y la escasez financiera tiene la esperanza de incrementar su mercado, antes de que su segmento donde tiene éxito fenezca.
Por esta razón su eslogan de batalla es:
“Señora, si todavía no le gusto, solo es cuestión de tiempo”
Deseamos éxito a Jorge en esta nueva faceta de su vida y queda la puerta abierta a que pueda volver al espacio de Tulcán Online si es que su nuevo emprendimiento muere pronto.
Quito 28 de diciembre 2.020.
La administración
