El guía de la excursión nos motivaba al grupo de visitantes a mirar con atención el paisaje de las tierras de Dante Alighieri, Miguel Ángel, Leonardo, Galileo Galilei, Américo Vespucio. Maquiavelo y dejarnos sorprender por su incomparable belleza.
Mientras mis compañeros de aventura disfrutaban de la belleza del entorno y expresaban su asombro por la geografía toscana, yo tenía la certeza, que esos paisajes solo se parecían a los de mi tierra…
Y hasta ese momento descubrí la hermosura del paisaje dónde yo había nacido y no lo había valorado, quizá porque era parte de mi cotidianidad, no la había apreciado como cuando alguien la ve por primera vez.
Entonces tiene sentido aquella idea que la descubrí en mi juventud de boca del inolvidable Bayardo Yépez:
“Si quieres apreciar el paisaje, aléjate de él lo suficiente, para que puedas admirarlo”
La belleza de los perfiles geográficos del Carchi y la Toscana
Cuando el creador, diseñó los perfiles geográficos del mundo, les regaló el mismo cuadro a las praderas carchenses, esas que rodean desde San Gabriel hasta Tulcán y a las de la Toscana.
Una pintura de llanuras y elevaciones prudentes,
ondeantes, verdes, sinuosas y coquetas,
Continuas, dispersas y ordenadas,
Bellas y cercanas,
como una provocación para recordarlas,
para admirarlas y para desear morar en ellas,
para sobrecoger las almas y para darle paso a la nostalgia.
Cuando el creador, diseñó los perfiles geográficos del mundo, les regaló el mismo cuadro a las praderas carchenses, esas que rodean desde San Gabriel hasta Tulcán y a las de la Toscana.
Jorge Mora Varela
