EL RIESGO DE GOBERNAR CON UN OJO EN LAS ENCUESTAS DE OPINIÓN

EL RIESGO DE GOBERNAR CON UN OJO EN LAS ENCUESTAS DE OPINIÓN

Yo tengo dos hijos y 10 dólares, el sentido común diría que debería destinar los recursos ¿en partes proporcionales?, ¿mitad y mitad?, ¿según sus necesidades?, ¿según sus capacidades?, ¿según sus privilegios?, ¿según la tradición?.

El Ecuador es un país heterogéneo, dónde hay limitaciones, desigualdades, privilegios, inequidades, concentración de la riqueza en pocas manos, desarrollo asimétrico, necesidades latentes, expectativas, ofertas, compromisos con terceros.

Las políticas de gobierno tienen que ver con apoyar a ciertos grupos en desmedro de otros, no existe el ganar-ganar.

Así lo demuestran por ejemplo el alza sistemática del precio de los combustibles, la puja por aprobar la “Ley de oportunidades”, dónde se trata sobre todo en meterle la mano a un grupo para privilegiar a otros.

 

A nadie le gusta que le metan la mano al bolsillo, por más justificaciones, éticas, cívicas, políticas o emotivas que las motiven.

Por estas razones pretender gobernar teniendo como barómetro los índices de popularidad es una tontería y un error que pasa factura, porque cuando la popularidad baja se vuelve imposible gobernar.

Y claro al sector periodístico le encanta medir la popularidad de los gobernantes de turno y si es a la baja mejor, algunos de ellos parecen que lo disfrutan o les suben el rating.

Señor presidente Guillermo Lasso y su equipo de gobierno y señores de la prensa, modifiquen los parámetros para buscar y/o medir la gestión de gobierno. La ilusión del 70% a favor del presidente tiene la duración, la brillantez y la fugacidad de los fuegos pirotécnicos.

Tener como parámetro las encuestas de opinión es vivir con la daga al cuello, a no ser que se trate de un gobierno miope y suicida, que no esperaría que sean las urnas quienes los evalúen y califiquen , sino que pongan su futuro en la fugaz y endeble fuerza de las encuestas.

Y si no resulta entonces hay que inventar la conspiración de los enemigos del gobierno y de la democracia, del mismísimo satán encarnado en los demonios con la cara de Nebot, Correa e Iza que atentan contra el 70% de popularidad del "buen" presidente de los ecuatorianos. 

 

Jorge Mora Varela