GUSTAVO PETRO Y SU PROPUESTA DE REGULACIÓN DE LAS DROGAS
El presidente colombiano Gustavo Petro en su primera intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, ha hecho un aporte diferente en la forma de mirar, de discutir y abre la posibilidad de encontrar una manera alternativa para enfrentar el complejo fenómeno del narcotráfico.
Hacia la regulación, no tanto hacia la liberación o legalización total.
La política de la prohibición y la forma de enfrentarla con vigilancia y la persecución de los traficantes por parte de las fuerzas del orden, y unas cuantas disposiciones de control en los sistemas financieros, han generado el efecto anacrónico del narcotráfico con todas sus secuelas en el orden de seguridad, de caos y descomposición social y familiar, problemas de salud, delitos en el sistema financiero, problemas legales, la intromisión y la apropiación de los traficantes ilegales de drogas, en los sistemas políticos de los países, con sus secuelas de mafias con poder político y amplia capacidad de maniobra a nivel nacional e internacional, violencia en todas sus vertientes más atroces y la corrupción expandida y estructural.
La prohibición ha llevado a las personas que trafican con estupefacientes y sus delitos conexos a las cárceles y eso no ha solucionado en absoluto el problema, es más, el negocio de administra desde los centros carcelarios.
En lugar de insistir en la fracasada estrategia de la prohibición, es el momento de transitar a regímenes de regulación, que no significa libre mercado.
La regulación y el control de la producción, el tránsito y el consumo eliminaría la razón de ser del narcotráfico y desaparecería la necesidad de desarrollar e imponer cárteles de la droga en los diferentes países de producción, tránsito o consumo, con la larga secuela de delitos conexos como el lavado de dinero, el testaferrismo, amén de los delitos y los crímenes derivados del negocio ilegal de las drogas, como las masacres en los centros carcelarios por la búsqueda del control total del negocio del narcotráfico, por no asumir el reto de la regulación del mercado de estupefacientes a nivel internacional.
Ojalá las Naciones Unidas presten atención al mandatario colombiano Petro, para reenfocar y repensar la forma de afrontar la demanda y el consumo de drogas y con ello la producción, transporte y blanqueo de dinero que parecen patrimonio de los grupos delincuenciales que aprovechan la carencia de un marco legal con alcance global, que regularice el inmenso mercado ilegal de los estupefacientes.
No solo porque es ilegal, sino que abriría la posibilidad de enfrentar el negocio de las drogas ilegales como un delito sino y sobre todo al consumo como una enfermedad a la que hay que atender y ayudar.
Jorge Mora Varela
Imagen tomada de El Universo