A PROPÓSITO DE LA FORMA QUE MUERE SANTIAGO GANGOTENA

A PROPÓSITO DE LA FORMA QUE MUERE SANTIAGO GANGOTENA

Cómo hecho coincidente, en el momento de enterarnos del fallecimiento y sobre todo de la forma que muere del creador de la Universidad “San Francisco”, estábamos abandonando algunas ciudades, dónde el peatón tiene “prioridad y preferencia” en el paso de las calles y no importa si la ciudad tiene más de diez millones de habitantes o un par de miles y regresábamos a nuestras ciudades, dónde ya sabemos cómo es la convivencia urbana y nuestras actitudes, conductas y condicionamientos cuando somos peatones o conductores.

Para nosotros, hechos y acostumbrados a nuestra conducta en las calles, la de conductores prepotentes, siempre de prisa, o de peatones osados, ágiles, listos para cruzar una vía por cualquier lugar, con dosis de equilibristas, escapistas o malabaristas, nos resulta difícil entender y actuar de los ciudadanos en sus roles de conductores o de peatones, en ciudades dónde el peatón es prioritario además de disciplinado y los ciudadanos que conducen por las calles sus máquinas pequeñas o pesadas, lo respetan, le permiten el paso por las zonas destinadas para el efecto y las personas cruzan las calles por las zonas seguras, con tranquilidad, serenidad y a un paso normal.

La realidad se volvió visible y dolorosa

Como me es habitual antes de escribir un artículo y mientras caminaba con mi amigo Simón, llegamos a una cancha de fútbol barrial; por las manifestaciones de euforia, uno de ellos acababa de ganar y un efusivo hincha, en evidente estado de embriaguez distribuía licor a los sudorosos jugadores, luego todos, los deportistas y sus hinchas subieron a un vehículo y el ebrio que distribuía el licor, se puso al volante y se fueron del lugar en medio de la alegría y la euforia de la victoria...

¿Quién o quienes deberían asumir la responsabilidad y establecer las políticas adecuadas para disminuir y eliminar las muertes en las vías?

Está en el gobierno Juan Zapata y yo lo recuerdo a él en su campaña de los Corazones Azules, ¿y?...

La cuestión de las muertes por atropellamientos de peatones, de ciclistas o los accidentes entre automotores ¿Es cuestión de leyes, campañas, endurecimiento de penas, educación básica, cultura, ignorancia, inteligencia, sensibilidad, capacidad o incapacidad mental?

En las últimas horas he vivido algunos contrastes, que se me han exacerbado por la forma como muere Santiago Gangotena; uno de ellos:

  • Fuimos a visitar un lugar dónde solo íbamos a estar unas horas y las autoridades del lugar nos cobraron un seguro de viaje y listo, la conducta ciudadana de conductores y peatones del hermoso lugar fue ejemplar.

En contraste:

  • Llegamos al aeropuerto de Quito en Tababela, tomamos un taxi, dónde la persona que conducía, simuló colocarse el cinturón de seguridad, tocó con su mano derecha un “rosario” colgado en el retrovisor de su auto y se santiguó, luego salió a toda velocidad por la vía, sin ninguna observancia a los límites de velocidad y rebasó a cualquiera que se pusiese en frente, por izquierda, por derecha, por dónde quede un resquicio. De manera que llegar íntegros a nuestro destino parecía parte del trato de la persona que conducía el auto con su reliquia, sellado con la promesa de llegar con bien al persignarse.

No puede ser de esa manera.

Nuestras vidas no pueden depender de este ingenuo y peligroso realismo mágico llevado a la vida cotidiana.

¿En el Ecuador, cuándo vamos a tener un comportamiento urbano razonable? NUNCA.

 

Jorge Mora Varela

 

 

Imagen tomada de ECUAVISA