Otra vez y otra vez en el juego de la política ecuatoriana
Se avecina la posesión del nuevo presidente del Ecuador y de la Asamblea Nacional y las consabidas declaraciones y quizá por mi edad, otra vez y otra vez tengo la sensación del meteorólogo Phil Connors que viaja a una población de Pennsylvania donde queda atrapado por el mal tiempo y al día siguiente constata que todo sucede de forma exacta, igual que el día anterior.
Al escuchar las declaraciones de las autoridades, presidente, asambleístas, analistas e impávidos periodistas, me parece que estoy condenado a revivir hasta mi muerte el "Día de la Marmota" en términos políticos como lo hacemos los ecuatorianos.
“No habrá espacio para la corrupción, y lucharemos para combatirla, tendremos mano dura y sin contemplaciones contra la inmoralidad en el sector público, bajaremos los gastos innecesarios, se han establecido los diálogos necesarios para alcanzar la gobernabilidad del país, se han realizado alianzas, que han permitido alcanzar los acuerdos en común”.
“No tenemos líneas rojas para dialogar, pero jamás estaremos por la impunidad”
“Buscaremos rescatar la imagen de la Asamblea Nacional, trabajaremos en función de los más altos intereses del país, estableceremos una nueva manera de hacer política, sin priorizar los intereses personales o de grupo”.