A partir de la expedición del decreto de austeridad del 01 de septiembre de 2017, jóvenes ecuatorianos han perdido sus puestos de trabajo, de manera intempestiva e injustificada, poniendo en riesgo su futuro y el de sus familias.
LA TORPE APLICACIÓN DEL DECRETO DE AUSTERIDAD ATENTA CONTRA EL FUTURO DE LOS JÓVENES ECUATORIANOS
Es evidente que la intención del Presidente Constitucional de la República Lenín Moreno Garcés es el de controlar y optimizar el gasto público y para ello ha emitido políticas que permitan cuidar y mantener los bienes estatales, a través del control de las finanzas públicas y que según reza en el considerando del decreto en mención en un ambiente donde se respete la dignidad de las personas.
El decreto intenta controlar una serie de abusos y exageraciones de una burocracia que como tantas empezó con intenciones austeras y que perdió el sentido del ahorro y de las proporciones, hasta llegar a niveles de abuso y despilfarro que deben ser fiscalizadas y cortadas de manera radical y permanente.
Sin embargo, algunas de las instituciones del estado, han tomado medidas irreflexivas e irresponsables, que han hecho que se rompa la cuerda por la parte más débil y sensible, echando a la desocupación a jóvenes ecuatorianos, poniendo en grave riesgo su futuro y el de sus familias que solo intentan construir un futuro digno, producto de su esfuerzo y talento, amparados por la precarización laboral, con los contratos de trabajo que no dejan la posibilidad del tiempo indefinido.