Con frecuencia en el Ecuador, el ejercicio de la política, se parece a algunos equipos de futbol profesional, que entran en procesos de renovación y para ello contratan a los mismos viejos jugadores de siempre, incapaces mirar a otro lado, para encontrar otros nombres y poder rejuvenecer sus líneas.
EN EL ECUADOR, NO HAY ESPACIO PARA LA RENOVACIÓN POLÍTICA.
La lista de candidatos para las elecciones presidenciales del año 2017, fueron estructuradas con las mismas figuras que han rondado el escenario político por décadas y con ellas se reflejó la incapacidad del país para renovar los cuadros de elección popular.
Y como se van dando las cosas, lo más probable es que en las elecciones del año 2021, si es que se cumplen con los calendarios electorales, es que otra vez nos encontremos en las papeletas electorales con mismos rostros que se han repetido desde el siglo XX y el inicio del siglo XXI.
Agravada la situación por la posibilidad de la reelección indefinida de las autoridades de elección popular, como efecto de la ley que lo permite y que desde mi punto de vista fue un error garrafal de la administración del Econ. Rafael Correa Delgado, que permitiría la instauración de estructuras electorales de corte mafioso, que de seguro pretenderán eternizarse en los puestos de poder, con el apoyo y la complicidad de los más importantes medios de comunicación, que los visibiliza y mantiene en la cresta de la ola.