YO SOY SUPERIOR A VOS…

A propósito de la desafortunada declaración del presidente argentino Alberto Fernández, respecto a que los «Los brasileños salieron de la selva y los argentinos llegamos en barco»

YO SOY SUPERIOR A VOS…

Los complejos de superioridad y de inferioridad más una buena dosis de ignorancia han sido una constante a través de la historia y es aún más grave cuando son pueblos enteros los que se lo creen, claro se vuelven visibles y escandalosos cuando un jefe de estado lo comenta en público como lo ha hecho el presidente de los argentinos.

Estos aires de superioridad aparecen con el nacimiento del ser humano. En el mundo antiguo, los egipcios, los persas, los babilonios han justificado sus invasiones porque se creían superiores. Los griegos creían en su superioridad y llamaban bárbaros a los que no eran helenos. Los romanos se creían superiores a los pueblos a los que conquistaban.

Los Incas, se creían superiores a los pueblos a los que dominaban, de igual manera los Aztecas con los otros pueblos en sus territorios, los europeos se han sentido los señores de los pueblos originarios de América.

Los japoneses miraban con desprecio a los chinos en la segunda guerra mundial, mientras intentaban apoderarse de sus territorios. Los británicos, mostraban sus aires de superioridad frente a los hindúes y a los chinos. La Alemania de Hitler creía en la superioridad racial y buscaba eliminar a los judíos, a los cuales habían perseguido desde hace dos milenios los cristianos, estos a su vez se sienten superiores frente a los palestinos. 

Los turcos han querido marcar su superioridad a los armenios y con ello han querido justificar el inaceptable y vergonzoso el genocidio del pueblo armeno. Los Estados Unidos de Donald Trump, querían mostrar su superioridad a los mexicanos y querían demostrarlo con un muro.

Los porteños de Buenos Aires muestran su superioridad frente a los del interior, parece ser un denominador común que los ciudadanos de las capitales de los países se sientan en superioridad frente a los provincianos.

Y esta es la realidad del mundo de complejos y de acomplejados, que planteó las luchas de poder entre personas y grupos humanos que lucharon y luchan por ponerse en situación de superioridad. A veces usan las ideologías, el poder económico, el poder político, el peso social, los estándares de belleza, el peso cultural.

Y cuando el mundo parece haber entrado en una era de igualdad, de democracia, de derechos, de inclusión, aparecen personajes como Fernández, para recordarnos que la inclusión y la igualdad es un proceso en construcción y que es una tarea pendiente enorme, porque los sesgos de complejos y los acomplejados aún mora en el ADN de muchos y mientras esto exista, las posibilidades de un mundo mejor son escasas.

Una inútil y vergonzosa pelea entre los del complejo de superioridad, que creen que nacieron para dominar, para conquistar, para reinar y los que viven anclados al complejo de inferioridad, los que por siempre se sienten conquistados, dominados, sometidos, inferiores en todos los aspectos de la vida.  

 

Jorge Mora Varela