LAS PROTESTAS POPULARES

Las protestas en Cuba enfrentan a la envejecida revolución cubana oficialista y la gente joven a la que le resulta insoportable el socialismo de los viejos, esos que no asumen su responsabilidad y solo saben culpar a otros de sus incapacidades e inoperancias. 

LAS PROTESTAS POPULARES

Cada vez que he salido a protestar en la calle, ha sido porque me he sentido agredido, frustrado, engañado, imposibilitado, coartado, ofendido, harto.

Muchas veces no han sido suficientes los gritos, las consignas, también han tenido un efecto terapéutico el uso de los palos y de las piedras.

En el Ecuador no siempre las cosas fueron fáciles, de cuando en cuando se ha colmado la paciencia y hemos ido a las calles a manifestar de muchas maneras nuestro descontento, a desfogar la ira y las frustraciones.

Muchos de nosotros fuimos los actores de las protestas que terminaron con la caída de los regímenes políticos. Los ecuatorianos terminábamos con los gobiernos que fallaban en su rol sagrado de gobernar para los pueblos.

 

Por esta razón entiendo y respeto las protestas en mí mismo país y en la de los vecinos como en Colombia, Chile, Venezuela y ahora en Cuba entre otros tantos.

En algunos países las protestas tienen un alto, un altísimo componente emocional, político, ideológico y solo tocarlas desata violentas descargas de pasión a favor o en contra.

Pero cuando el ser humano se levanta tiene razones que involucran su supervivencia. No debe ser fácil tener hambre, pero debe ser insoportable atestiguar impotentes el hambre de los hijos o las rupturas familiares que pueden ser y de hecho son definitivas.

Por esta razón los gobernantes no pueden ser tan insensibles, cínicos o ignorantes para dar respuestas automáticas, de cajón, vacías, que perdieron su impacto o su significado:

El pueblo está manipulado,

Hay agitadores infiltrados.

Los culpables son los Estados Unidos,

Los responsables son los comunistas,

Es culpa del embargo,

Hay agendas ocultas de la oposición.

Son acciones de la oposición para desestabilizar al régimen.

Los agitadores son mercenarios financiados para acabar con la democracia.

Cuando el ser humano llano se levanta tiene razones que involucran su supervivencia; y viven en la pobreza endémica, tienen poco que perder y a veces la muerte puede ser una puerta de salida o la libertad  de un modelo de pensamiento fracasado.

Los ciudadanos cubanos ya no esperan respuestas estúpidas, vacías, gastadas o inútiles, esperan respuestas adecuadas, que respondan a las necesidades de las personas, alejadas del miedo con el cual fueron educados todos los días de su vida.

Las protestas son un hecho que demuestra el hartazgo acumulado por más de medio siglo de mentiras, pero se espera que los gobernantes respondan a tiempo, caso contrario seremos testigos de agonías sociales largas, dolorosas e invisibles si se postergan hasta volverse parte de la cotidianidad.

Véase la miseria de los venezolanos que llevan sus problemas por el mundo y desde hace tanto tiempo que ahora a nadie parece notarlo o importarle.

Lo peligroso y que podría devenir en un derramamiento de sangre es el el llamado del presidente de Cuba a las milicias urbanas (sociedad civil armada y defensora del régimen), para que actúen de forma violenta contra los que piensan de forma diferente. Civiles contra civiles.

Este invento peligroso de los cubanos, que armaron y entrenaron a la población civil, para que defienda de forma violenta al régimen de forma ciega e irreflexiva, cuando vean amenazadas sus ideas o sus creencias. Y se lo creyeron los venezolanos, los nicaragüenses y a punto estuvo el expresidente Rafael Correa Delgado en el Ecuador, para violentar de forma criminal a la población ecuatoriana.

SOS por los cubanos que están en las calles, una mano para ellos es una mano para todos quienes sufren por la terquedad y la sinrazón política de sus gobernantes que la única respuesta que repiten desde hace más de 70 años es culpar a otros de sus propios fracasos.

 

Jorge Mora Varela.

 

Fuente de foto: Protestas en Cuba