LAS VARIANTES DE LA PANDEMIA Y EL NEGOCIO DE LAS VACUNAS
Mientras existan gigantescas poblaciones de países pobres que no puedan acceder a la vacunación para combatir la pandemia, la probabilidad de desarrollar variantes que se riegan por el mundo es inminente, entonces el negocio de la pandemia se mantiene boyante y les augura larga vida a los productores de vacunas.
El primer mundo las produce y las acapara y el África pobre que queda afuera y es el caldo de cultivo para el desarrollo de las mutaciones que poner a temblar a todo el planeta y las productoras de vacunas siempre prestas para atender la demanda creciente de sus productos y atender a las variantes que llegan con la fama de virulentas y peligrosas pero que la evidencia dice que en la mayoría de las veces se diluyen en sus limitaciones.
Esa es la paradoja de la pandemia global del corona virus y sus variantes que deja al descubierto al mundo de los privilegiados, al de los miserables y al de los países de renta media que juegan entre la incapacidad de investigar y tomar decisiones propias y el juego macabro de la especulación y el temor alimentado por los medios de comunicación frenéticos que NO dimensionan el alcance de sus comunicaciones que expanden el miedo y la especulación sobre asuntos que NO se conocen y que requieren de procesos de investigación serios a más de la mesura y la prudencia frente a hechos nuevos y por lo tanto inciertos en sus alcances o su gravedad.
Ya se sabía de las mutaciones de la pandemia de las Alfa, las Delta y tantas otras que fueron sobre dimensionadas en su peligrosidad de transmisión, de virulencia y de muerte. Hoy está de moda la variante “Omicrón” y el pánico corre como mancha de aceite, de manera que los políticos convertidos en los adalides de la salud pública toman medidas desproporcionadas alimentados por el runrún de las fake news (noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación), más que por las evidencias científicas.
Como si en dos años de pandemia no hubiésemos aprendido nada más que entrar en pánico y confinarnos porque al parecer llega la muerte en forma de vendaval pandémico.
Mesura señores políticos e inteligencia científica para lidiar con esta circunstancia natural que, al parecer, por la manera de reaccionar de las clases dirigentes y de las apetencias económicas de los monopolios de las vacunas estaremos en este juego perverso de caminar con miedo y encerrarnos por más tiempo del necesario y prudente para mantener vigente: nuestras vidas, nuestras familias, nuestros empleos, nuestros estudios, nuestros proyectos de vida, nuestra economía.
O darle rienda al temor y a la docta ignorancia que llega todos los días y todo el tiempo en forma de noticia en los televisores, las computadoras o en las pantallas de nuestros dispositivos móviles y no quedará más que darle la razón a una conversación escuchada al azar en el vecindario:
- ¿Supiste que ha muerto el vecino de abajo, ese que tiene tres niños?
- No lo sabía, y ¿murió de COVID?
- No, murió por otras causas que no pudo atender porque estaba sin trabajo a causa de la pandemia.
- Ahhhh, menos mal que no murió de COVID…..
Jorge Mora Varela
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