LOS RITOS Y LOS DÍAS FERIADOS

LOS RITOS Y LOS DÍAS FERIADOS

Los ritos colectivos son sustanciales porque cohesionan a las sociedades, por esta razón los días feriados son importantes.

No solo sirven para descansar de la rutina del trabajo, tienen el poder de convertir a la vida en una fiesta, es un espacio de tiempo fugaz que se detiene, que no va a ninguna parte, que se disfruta y que se goza.

¿qué pasa cuando se abandonan o se banaliza las fechas importantes de los pueblos?

 

Los rituales de los pueblos cobijan sus señales de identidad, son ecos con la comunidad, lo sagrado o lo comunitario. Sin ellos las comunidades se desvanecen, se desgastan, se vuelven frágiles y por lo general son absorbidas por los más fuertes.

Los ritos de los pueblos reconocen lo duradero y les da permanencia, le da estabilidad a la vida, le da el armazón, le da estructura.

Sin ritos tenemos sociedades de individuos narcisistas, fragmentados, más pertenecientes a las neo comunidades digitales como Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram, TikTok, Snapchat, Twitter, Pinterest, fugaces, anónimas entre millones y millones de usuarios que solo se miran a sí mismos y ajenos e ignorantes de sus propios pueblos y de su realidad circunstante.

Las fechas importantes se valorizan por la repetición anual y esto es un rasgo del rito que le da profundidad a sus prácticas.

El filósofo danés Søren Aabye Kierkegaard (1813-1855), sostenía que las sociedades “solo se cansan de lo nuevo, no de las cosas antiguas”, repetir es recordar con profundidad y con afecto, y permite mirar hacia adelante.

Vivimos un tiempo que, magnificado por la pandemia, privilegia lo nuevo, se huye de la rutina y se termina en la rutina, porque la comunicación actual es emotiva y pasional, la de los “me gusta”, o los “me enoja”, corremos el riesgo de ser solo una sola masa de seres aislados, empáticos y fragmentarios.

En una sociedad con ritos, no hay espacio para la depresión, los rituales son actos humanos comunitarios que hacen que la existencia de los seres humanos tenga el privilegio de la cohesión y de la pertenencia.

Los días feriados no solo sirven para descansar del trabajo, convierten a la vida en una fiesta, es un espacio de tiempo fugaz que se detiene, que no va a ninguna parte, que se disfruta y que se goza.

No es posible entender a la ciudad de Río de Janeiro sin su carnaval, a la ciudad de México sin el día de los muertos, a la hermosa Venecia sin su carnaval, a la ciudad del Cuzco sin la fiesta del Inti Raymi, a la ciudad de Múnich sin el Oktoberfest.

La Pandemia debería llevar a meditar a todos los pueblos y sobre todo a sus autoridades para repensar en sus ritos, como una herramienta de cohesión, de fortaleza y de progreso.

De manera que cuando el mundo vuelva la normalidad, la vida en las calles y el contacto social, podamos descubrir un mundo nuevo lleno de ideas que nos permitirán mostrar lo mejor de nosotros mismos a través de nuestras propias señales de identidad expresadas en nuestros ritos, podamos mostrarnos, invitar a los otros, recibirlos, acogerlos, y de esta manera maravillosa vencer a la pobreza y la postergación.

 

Jorge Mora Varela