BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE TULCÁN.
Por: Tlgo. Bayardo Martínez C.
La historia de las Instituciones se construye sobre la huella indeleble que marca el paso de quienes han formado parte de ella. La cámara de comercio de Tulcán, tiene sus inicios al final de los años treinta del siglo anterior, años de recesión económica en nuestro país, como una respuesta para enfrentar la crisis, los comerciantes asentados en la ciudad fronteriza principalmente alrededor del parque Isidro Ayora y la calle Real o Bolívar, emprendedores anónimos, que entregaron su tiempo y esfuerzo económico por crear un gremio importante para nuestro cantón, lastimosamente no hay documentos de sus primeras acciones cívicas; pero, el documento constitutivo más antiguo es el Acuerdo Nº. 101 del Ministerio de Agricultura, Industrias, Minas, Comercio y Turismo, aprobando la reforma al Estatuto de creación de nuestra institución, el once de julio del año 1939 firmado por el ministro Ricardo del Hierro y el subsecretario Alfredo Peñaherrera en representación del señor Presidente constitucional de la república del Ecuador, documento que es para nosotros la partida de nacimiento de la Cámara de Comercio de Tulcán, ochenta y tres años han transcurrido, tiempo durante el cual se han entregado grandes tareas en defensa del comerciante, de la actividad productiva, la sociedad tulcaneña y la vida política de la provincia del Carchi con el aporte voluntario y patriota de sus directivos que en cada período han formado parte activa de su trayectoria.
En los años sesenta, con la contribución de los comerciantes, directores de la época y la autogestión realizada se adquiere el terreno y posterior construcción del edificio que nos cobija hasta la presente fecha, debemos destacar los nombres de Juan León Mera, Rosalino Salazar, Segundo Revelo, Guillermo Cadena, Félix Freire, Augusto Cerón, Jorge Esquetini, Guillermo Andrade, Julio Riofrío y otros más.
Con la llegada de los primeros vehículos, también se fueron abriendo diversos locales comerciales, los hombres que vendían granos, artículos de bazar, ropa, alpargatas, velas, licores, gaseosas, cigarrillos, etc., las mujeres habían empezado a incursionar en los negocios siguiendo el ejemplo de la emprendedora clase media de la época. Algunos comercios se constituían en amenísimos sitios de tertulia que se habían heredado del cambio de pueblo a ciudad comercial haciendo camino al andar.
Épocas de bonanza y épocas de crisis, pero firmes en apoyar al desarrollo de nuestro colectivo fronterizo, personas nacidas en nuestro cantón, comerciantes del país, migrantes empresarios del sur colombiano y de otras naciones, cabe mencionar algunos nombres: Manuel Villarreal, Julio Vizcaíno, José Yánez, Juvenal y Félix Guerrero, Julio Soria, Carlos Burbano, Ángel Obando, Segundo López, Carlos Cabezas, José Betancour, Julio Imbacuán en el cambio de moneda, Julio Estrada, Telmo Rojas, Familia Orozco, familia Ramos, posteriormente Carlos Tatés, Jaime Benavides, Gabriel Segarra, Lauro Álvarez , Stalin Obando y otros quijotes del comercio local. En los últimos años nuevos directores entregados a presentar propuestas, proyectos y aportes al desarrollo regional y la integración fronteriza, incrementando ingresos al erario municipal y nacional.
En las instalaciones de su edificio se ha brindado y contribuido a iniciativas ciudadanas para la capacitación y el desarrollo local, como sede del SECAP en sus inicios presidiendo el Consejo Consultivo provincial; funcionó la dirección administrativa y algunas aulas de la extensión universitaria de la PUCE-I; se creó el Centro de mediación; el Plan de Seguridad “Tu local seguro”; ha organizado varias Ferias y Eventos Fronterizos; se realizaron gestiones y aportes para la creación de la Ley de Desarrollo Fronterizo y su Reglamento; la Canasta Comercial Transfronteriza; la exoneración del pago del anticipo del impuesto a la renta a los comerciantes de la provincia del Carchi por los años 2015 y 2018; constituyó la RED binacional de cámaras de comercio de la ZIF; aportes a la CAN y Cancillería; propuestas para la creación de la ZEDE, ZAL, Zona Franca o Polos de Desarrollo, entre lo más sobresaliente. Las personas somos pasajeras del tren de vida institucional, pero el trabajo continúa aportando con iniciativas para la recuperación comercial y económica de nuestra gente, corriendo muchos riesgos e incomprensiones, encontrando satisfacción en la mayoría y también enemigos gratuitos que no entienden el sacrificio entregado con mística de voluntariado, el único pago del deber cumplido y haber sido útiles a la sociedad de este Puerto Seco Fronterizo.
Fotos: Marco Villacorte