KEVIN POZO NO ESTÁ MÁS.
En el año 2022, lamentábamos la muerte de nuestro amigo ANIBAL BENAVIDES y nuestro más grande deseo era #No más ciclistas muertos en la ciudad, la provincia, el país y el mundo, porque #EnLaBiciVaUnaVida
Por supuesto manifestaba mi profundo pesar y reconocía lo insignificante que esto resulta en relación al inmenso dolor que deben sentir sus allegados más cercanos, por la repentina e inesperada desaparición de Aníbal.
En su momento, había pedido que la ciudad, sus autoridades, sus deportistas, su gente, no solo se conformen con extender las condolencias, sino que estos acontecimientos desgarradores e injustificables como la muerte de Aníbal Benavides sirvan para pensar y construir una ciudad más segura, más amable, más respetuosa e inclusiva, porque la desventura sin retorno de mi amigo, permita proteger la vida de otros jóvenes que arriesgan su vida cada vez que salen de casa cada mañana para ser felices.
Pero es imposible, todavía NO entendemos el valor de los seres humanos y la fragilidad de nuestros ciclistas, que son nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros amigos.
Al parecer no hay manera para modificar nuestro esquema mental, para proteger y no atentar con o sin intención contra la vida de nuestros jóvenes.
Por supuesto que nadie sale a asesinar o a atropellar a nadie, pero la inconciencia, la inobservancia de la ley o la incapacidad de reconocer que no somos los únicos en la carretera y que por ella van nuestros hermanos.
Vaya una vez más mi abrazo solidario para los familiares y amigos de la joven promesa del ciclismo Kevin Pozo.
Y con inmenso dolor y temor, porque nada hace que podamos aprender cosas tan básicas e importantes como proteger la vida de los seres humanos, me debo preguntar:
¿Quién será la siguiente víctima?
Jorge Mora Varela
Imagen tomada de: Kevin Pozo