No te odio, odio como me hiciste sentir
Así reza el mensaje que me llegó a través de la red social X (Ex Twitter), como respuesta a un artículo publicado en el portal @TulcánOnline, de esos que cuando te llegan, por lo general te meten miedo.
Y ese es el riesgo de opinar de forma abierta en redes sociales, sin embargo, esta vez, el texto de respuesta a un artículo decía de forma lacónica:
“No t odio, odio como m hiciste sentir”
Esta respuesta tajante y simple, desnuda la intención provocada por un texto y de hecho del mejor efecto deseado.
Descolocar al lector y provocarle un escozor.
“Las palabras no son inocentes” es una frase que algunos le atribuyen al escritor portugués José Saramago (1922-2010), ganador del Nobel de literatura 1998 y que. sobre todo, en tiempos del uso masivo de las redes sociales, se suele usar con ligereza, con ignorancia o con la levedad que permite la ignorancia.