Soy mestizo y el realismo mágico corre por mis venas
Cuando la Confederación Internacional del Libro anunció la realización de la 3° FVL España me vinieron a mi mente mis raíces mestizas y no pude evitar una sonrisa porque llegaron a mis recuerdos dos supuestos que pudieron suscitarse a la par de los hechos.
La primera, a la par de lo histórico, la llegada casual de Colón y sus tres carabelas al desconocido e inimaginado Caribe cuando iban tras de las “especies” de Catai y Cipango por el poniente luego de que Mehmet II tomó Constantinopla en el 1453, bloqueo el Bósforo y los portugueses le dieron la vuelta al África austral y me imagino el asombro de los castellanos al encontrar por casualidad para admirar a las hermosas y turgentes caribeñas y la mirada intrigante de ellas a esos hombres altos, de cabello ensortijado, de ojos claros y de barba.
La segunda, es una vivencia recurrente en mi Escuela multilingüe de la universidad dónde laboré por veinte años, desde el 2002 la vi repetirse una, otra y otra vez: el asombro de los estudiantes europeos entre ellos a los españoles al mirar y admirar a las chicas estudiantes ecuatorianas de mi carrera y la mirada intrigante, con frecuencia coqueta de ellas a estos hombres más altos que los nuestros, de cabello ensortijado, de ojos claros y de barba.